Las Bolsas de todo el mundo están hoy subiendo con fuerza tras la nacionalización de Fannie Mae y Freddie Mac. Por lo que parece, a la Bolsa le sienta estupendamente la desfachatez del neo-liberalismo más rancio, aquel mismo que clama por el mercado libre y sin intervenciones, y que ahora que vienen mal dadas aplaude a rabiar la inyección de 300.000 millones dólares de los contribuyentes para sufragar los delirios económicos de sus colegas y amiguetes.
Obviamente, es este mismo neo-liberalismo repulsivo que abomina con dureza cuando el incremento de gasto público, que no déficit necesariamente, se destina a servicios y ayudas públicas. En todo caso, el tema debe andar bastante más mal de lo que nos pensamos si se ha llegado hasta este extremo, y que nadie se engañe, todo esto no pasa de ser una cura de primeros auxilios que alargará la agonía de un herido de muerte, como aquel paciente que se le diagnostica un cáncer, pendiente aún de confirmación definitiva. Una vez confirmado, le dicen que el hospital se hará cargo de los gastos médicos, y del tratamiento. Y eso hace saltar de júbilo al paciente. Esto es lo que hoy le está pasando a la bolsa.
Hace mucho tiempo que tocaba ya salir zumbando de la bolsa, que la pasta cuesta mucho ganarla y muy poco perderla. Es de perogrullo que queda canal bajista para largo, que es muy posible acabar viendo el IBEX por debajo de los 9.000 puntos, y que en esta coyuntura, poquito queda por ganar a no ser que se opere a corto y asumiendo muchos riesgos. Para tener que sufrir como un perro para ganarle unos puntitos a la inflación, mejor olvidarse de la Bolsa y a vivir relajadamente sin sobresaltos, eso si que no tiene precio objetivo.
Obviamente, es este mismo neo-liberalismo repulsivo que abomina con dureza cuando el incremento de gasto público, que no déficit necesariamente, se destina a servicios y ayudas públicas. En todo caso, el tema debe andar bastante más mal de lo que nos pensamos si se ha llegado hasta este extremo, y que nadie se engañe, todo esto no pasa de ser una cura de primeros auxilios que alargará la agonía de un herido de muerte, como aquel paciente que se le diagnostica un cáncer, pendiente aún de confirmación definitiva. Una vez confirmado, le dicen que el hospital se hará cargo de los gastos médicos, y del tratamiento. Y eso hace saltar de júbilo al paciente. Esto es lo que hoy le está pasando a la bolsa.
Hace mucho tiempo que tocaba ya salir zumbando de la bolsa, que la pasta cuesta mucho ganarla y muy poco perderla. Es de perogrullo que queda canal bajista para largo, que es muy posible acabar viendo el IBEX por debajo de los 9.000 puntos, y que en esta coyuntura, poquito queda por ganar a no ser que se opere a corto y asumiendo muchos riesgos. Para tener que sufrir como un perro para ganarle unos puntitos a la inflación, mejor olvidarse de la Bolsa y a vivir relajadamente sin sobresaltos, eso si que no tiene precio objetivo.
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