El índice de sorpresas “Economic Surprise Index” elaborado por Citigroup se ha deslizado a terreno negativo y recuerda mucho a la pauta de comportamiento del pasado año, más de dos terceras partes de los datos macro publicados en los pasados dos meses han sido negativos y peores de lo esperado.
ECONOMIC SURPRISE INDEX
Los datos de empleo USA parecen estar actuando como catalizador de la presión de ventas que sufren los mercados de acciones, sin olvidar los Pedidos a fábrica que han registrado en marzo la peor caída en tres años.
La economía americana está empantanada, creciendo débilmente y extremadamente asistida –contra deuda- por unas autoridades que no cesan de ofrecer flujos constantes de subsidios, programas de reactivación e intervención y manoseo de cifras oficiales.
A pesar de lo cual, la marcha de la economía no mejora de la forma que debería a estas alturas de ciclo. Se estima que en condiciones normales y tras los desmesurados esfuerzos del gobierno para estimular la economía, el PIB debería estar creciendo a ritmos del 8%.
La evolución de las deudas –superando el 100% del PIB- y del déficit -+8%-, sin embargo, sí están acusando semejantes esfuerzos, vean el cuadro de evolución del déficit.
Aunque parezca increíble, el crecimiento de la deuda a ritmos que superan holgadamente el crecimiento del PIB no está afectando al nivel de los tipos de interés, que ajenos a la realidad cotizan en mínimos históricos y los precios de los bonos en máximos, tal como se observa en el gráfico siguiente.
T-BOND, Mensual
No sólo que la cotización se encuentre en máximos históricos, el aspecto técnico sugiere alzas adicionales en precio y curiosamente coincidiendo con una encuesta de Barrons reflejando que el 98% de encuestados afirma que los tipos de interés no seguirán cayendo, es decir que los precios no subirán. ¿Seguro?
Una peculiar manía del mercado consiste en sorprender a la mayor parte de inversores con el pie cambiado, en la parte incorrecta de la tendencia, provocando las mayores minusvalías posibles, de manera que mucho ojo ahora que el sentimiento es casi del 100%, convencimiento de que la tendencia está terminada.
Conviene ser especialmente prudentes considerando la evolución comparada de la deuda USA de hoy y la japonesa en los años 90. El gráfico siguiente muestra tal comparativa, realmente llamativo el paralelismo que muestra la evolución de ambas hasta la fecha.
Bernanke ha anunciado que la política de tipos cero –ZIRP- continuará hasta 2014, de manera que los tipos oficiales presumiblemente no se moverán de la línea horizontal, inusualmente baja por tiempo prolongado.
Los tipos largos dependen también de la Reserva Federal desde que han decidido manipularlos interviniendo directamente, la FED está comprando cerca del 40% de la deuda que emite el Tesoro USA, Juan Palomo!.
En un mes termina la famosa Operación Twist y existe cierta incertidumbre deliberadamente provocada por un Fedspeak traído para tal efecto. En realidad, existen pocas dudas de fondo respecto de la continuidad en la política de intervención masiva.
Acción esterilizada o higienizada, depurada o desinfectada pero super-mineralizada. Una nueva acción de la FED (QE3, O.Twist, expansión cuantitativa…) para continuar manejando la curva de tipos de interés a su antojo, impidiendo un repunte en los tipos parece estar servida. Lo curioso es que el mercado actuará como un verdadero zombi, presumiblemente celebrando la actuación y subiendo, veremos.
La tasa de inflación USA, medida a través del IPC, ya supera con holgura el umbral del 2% establecido como objetivo a vigilar por la propia FED. Contrariamente a este hecho, los bonos USA indexados a la inflación no parecen dar credibilidad a posibles repuntes de precios y sorprendentemente cotizan en mínimos, vean gráfico:
Ante esta situación y con las difíciles perspectivas de crecimiento económico estimadas para 2013, el mercado cuenta con la FED y una, o cuantas sean necesarias, operación de compra masiva de bonos.
“The fiscal Cliff”. The Economist citaba recientemente un análisis indicando que los ajustes fiscales previstos para 2013, en las condiciones actuales supondrá un freno de 5 puntos porcentuales al crecimiento del PIB Real.