Población que sigue creciendo, terreno agrícola que sigue disminuyendo… Solo dos hechos que nos plantean un problema muy simple: insuficiente oferta para la primera necesidad humana.
Pero si existe una descompensación entre demanda y oferta, no siendo esta última suficiente para satisfacer la primera, deberíamos estar contemplando una posibilidad de inversión a estudiar.
Aumento de demanda
La actual población mundial, de 7,2 billones, se ha duplicado desde 1970 y aumentó 2,8 veces desde 1950, cuando la población era de 2,5 billones. Las recientes tendencias de crecimiento sugieren un total de 10 billones de personas en el mundo en 2050, un aumento de un 39%.
Esto trae consigo una creciente demanda de recursos naturales, en particular de alimentos. El cambio dietético junto con la creciente degradación de la tierra y la desigualdad, están ejerciendo presión al alza sobre los precios y la demanda de alimentos. Según la organización de la agricultura y la alimentación (FAO), esto exigirá una expansión de un 70% en la producción alimentaria global para 2050, con un énfasis en el crecimiento y suministro de grano y carne.
La necesidad o demanda ha provocado un
aumento de los precios de los productos básicos. Entre 2000 y 2012,
el índice de precios de alimentos del Banco Mundial aumentó un 6,5% anual, esperándose los mismos niveles de crecimiento en los próximos años. Se espera así que en 2050 el incremento de los precios de alimentos como el maíz, arroz o trigo, a nivel mundial, llegue al 60%
Oportunidad de inversión
Invertir en materias primas físicas con diversas salidas en el mercado, como por ejemplo el nim y el coco, puede ser una protección natural contra el aumento de la inflación, así como en contra de la volatilidad y la baja visibilidad en mercados de bonos y acciones.
La demanda está siendo impulsada por el crecimiento de la población mundial, sobre todo en mercados emergentes, con un crecimiento por encima del resto. Y esto no solo afecta a los alimentos, sino a todo lo relativo a la producción, como piensos y fertilizantes.
La importancia de diversificar: cocos y nim como ejemplos
La diversificación, basada en un producto con diferentes salidas en el mercado, ayuda a minimizar riesgo, puesto que no solo nos estamos basando en la demanda de ese producto como producto alimenticio en un mercado concreto, sino con otros usos que pueden garantizar la demanda en el caso de que exista algún cambio de tendencia, lo que permitiría mantener los beneficios para los inversores. Así pues, si una industria cae, la rentabilidad total se apoya en la rentabilidad individual acumulada del resto de mercados, siendo una garantía para el inversor.
Ejemplo de ello es el coco, del cual destacamos los siguientes usos:
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El consumo del agua dulce y fresca de los cocos jóvenes es una práctica universal en países tropicales como Brasil, donde el mercado está creciendo actualmente un 20% al año. PepsiCo y Coca-Cola tienen participación en este mercado.
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El aceite de coco ofrece diferentes beneficios para la salud, desde la reducción del colesterol en la cocina hasta el cuidado de la salud debido a sus propiedades anti-viral antibacteriano, fungicida y antimicrobiano que lo hacen un buen producto para crear jabones y cosmética. Las últimas investigaciones le atribuyen también propiedades extraordinarias sobre Alzheimer, demencia, esclerosis múltiple, diabetes, Parkinson y autismo.
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Las cáscaras de cocos constituyen la mejor materia prima para producir carbón activado, debido a su alta composición en carbón. Utilizado como filtro, atrapa gran cantidad de elementos contaminantes, usándose para el tratamiento de aguas residuales y la purificación de agua potable.
Con todas las partes del árbol y del fruto ofreciendo variadas aplicaciones, no es de extrañar que sea conocido como el “Árbol de la Vida” en los trópicos, dando frutos y viviendo durante 80 años, adaptándose además a condiciones climáticas duras.
Con respecto al nim, un árbol que vive entre 150 y 200 años de la familia de la caoba, además de utilizarse para la fabricación de muebles, se conoce como “la farmacia del pueblo” por sus diversas aplicaciones a la salud humana:
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Ofrece una solución potencial para la lucha contra el problema mundial de la malaria.
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Alrededor del 80% del aceite de nim en la India se utiliza para hacer productos de belleza y jabones
Además de ello, el nim es un potente fertilizante orgánico. Las semillas de nim, mezcladas con las formas de abono de cultivo regulares crean la torta de nim. El estiércol orgánico de torta de nim es ampliamente utilizado para fertilizar arroz, algodón y caña de azúcar mediante la producción de ácidos orgánicos en descomposición, un proceso que reduce la alcalinidad en el suelo. El fertilizante de nim también mejora la materia orgánica en el suelo, lo que ayuda a aumentar su textura así como la retención de agua. Los fertilizantes de la torta de nim contienen mayores cantidades de nitrógeno, fósforo, potasio y calcio en comparación con el estiércol regular.
Por todo ello, invertir en agricultura y en productos con diferentes salidas parece ser una inversión alternativa con buena proyección hacia el futuro.