Ya que mi blog se titula ingeniero financiero, hoy quiero hablar de lo que es y no es un ingeniero financiero.
Existe una tendencia que viene imponiéndose en el sector financiero, desde hace unos 7 u 8 años, tanto en banca como en seguros y consultoría de servicios financieros, que es la contratación de perfiles técnicos para desempeñar puestos relacionados con la modelización financiera.
Estos perfiles, conocidos en inglés como “quants”, proceden normalmente de carreras técnicas como ingeniería de telecomunicaciones, industrial, aeroespacial, física o matemática, donde la formación matemática es una parte esencial del desarrollo de estos profesionales (cálculo estocástico, ecuaciones diferenciales, estadística, álgebra).
Los “Quants” han quedado mitificados en películas como “Margin Call” (en la que el protagonista era un joven ingeniero aeroespacial reconvertido a finanzas debido a la atractiva remuneración de estos perfiles en Wall Street), y han sido muy criticados en libros como “El cisne negro” de Nassim Taleb.
Así que en este post, quiero aclarar que es un “quant”, qué tipo de trabajo hace y si las críticas a estos perfiles, están o no, fundamentadas.
¿Qué es (y qué no es) un quant?
Un “quant” es un perfil orientado a finanzas cuantitativas, y se encarga de tareas como:
- Valorar determinados instrumentos financieros de diverso tipo (renta fija, instrumentos financieros derivados, cálculos actuariales, titulizaciones, e instrumentos complejos como CDOs).
- Desarrollar matemáticamente metodologías de gestión de riesgos financieros (Value-at-Risk, CAPM)
- Desarrollo de herramientas para la gestión de activos financieros (frontera eficiente de portafolios de inversiones, ratio de Sharpe, ratio de Sortino)
- Creación de sistemas de trading algorítimos como sistemas de trading automáticos, normalmente basados en un conjunto de reglas (son ampliamente populares los sistemas de trading en Forex como Metatrader) o sistemas de trading de alta frecuencia.
Un “quant” no es:
- Un adivino o un brujo que mediante fórmulas matemáticas sea capaz de predecir con éxito el comportamiento de los mercados financieros.
- Un profesional capaz de replicar exactamente el comportamiento de los mercados financieros.
Cisnes negros, Margin Calls y otros mitos
Es importante saber qué no es un “quant” para no caer en tópicos. Aunque el libro “El cisne negro” de Nassim Taleb, tiene cierta parte de razón en señalar el peligro que se corre cuando se trata de cuantificar y modelar algo tan complejo como los mercados de capitales, al asumir modelos relativamente simples (como distribuciones de probabilidad normales en los retornos diarios de los precios de las acciones), a mi parecer esa crítica es algo fácil, y por qué no decirlo, sensacionalista.
Es muy fácil criticar los fallos de un modelo matemático, pues no deja de ser eso, un modelo, y como tal, asume una serie de simplificaciones de la realidad, que tienen como fin explicar con un cierto grado de error el comportamiento de variables aleatorias (en este caso el precio de una acción, divisa o índice), y que por tanto nunca van a ser exactos.
En la película “Margin Call” por ejemplo, el protagonista descubría un fallo en la fórmula del cálculo del VaR, que daba lugar a unas pérdidas que quebraban al banco en cuestión. La película no deja de ser un guiño a la quiebra de Lehman Brothers, que en este caso pone énfasis en la mala medición del riesgo como consecuencia de un error causado por este tipo de fórmulas complejas que implementan los “quant” y que nadie entiende.
En mi opinión, nada más lejos de la realidad, culpar al “quant” es como matar al mensajero. Lo primero que debe haber en todo banco, aseguradora o caja de ahorros es una política de gestión de activos y gestión de riesgo claramente definida (límites de exposición, procedimientos contables y metodologías de cálculo). Si no hay definida una buena política de gestión de riesgos, o existe mala praxis bancaria, de poco servirán las fórmulas matemáticas. Y esto no es más que sentido común.
Por ello ha surgido Basilea III o Solvencia II, con el fin de regular la gestión de bancos y aseguradoras para reducir el riesgo sistémico de dichos sectores. Los “quant” al fin y al cabo se encargan de traducir estas normas a fórmulas matemáticas, que en todo caso, siempre deben ser aplicadas con sentido común.
Como en cualquier otro negocio, una mala gestión condena al negocio por muy bueno que sea su modelo o su plan de negocio. El juicio humano nunca puede ser sustituido por una fórmula matemática.
En futuros posts trataré más a fondo sobre el mundo de los quants, tanto trading algorítimo como gestión de riesgos y lenguajes de programación más empleados.