“Quién no recuerda su historia está condenado a repetirla....”
Veo con cierta preocupación la brutal guerra de precios que hay entre compañías aseguradoras para ganar cuota de mercado. Esa guerra se da en todos los ramos: auto, hogar, asistencia sanitária..... Todo ello repercute negativamente en aseguradoras y en la mediación: mas trabajo, menos primas ergo menos retribución y menos reconocimiento por parte de los asegurados, a los que les transmitimos entre todos la idea de que el seguro es un mercadeo.
Los que lleven algunos años en este sector recordarán aquellos años (1995-96-97 aprox.) Había también una gran guerra de precios que tuvo unos resultados funestos pata el sector. Palabras para algunos (o por lo menos para mí hasta aquel momento) como CLEA (Comisión liquidadora de Entidades Aseguradoras), Intervención en compañías, funcionamiento del Consorcio en quiebras....cobraron significado y protagonismo. Trabajadores de aseguradoras, agentes, corredores, asegurados, muchos perjudicados, unos sin trabajo, otros con su imagen rota, otros con la obligación de dar de alta algún seguro recién pagado, fueron algunas de las consecuencias a pié de calle. Entidades como Kairos, Alba aseguradora, Iberia, Europa, Ital Iberica... fueron algunos ejemplos.
Al cabo de cierto tiempo llegó la calma. Las compañías empezaron a hacerse grandes. Llegaron fusiones, absorciones, compras y ventas entre compañías. Ojo, que para la mediación no fueron tiempos muy fáciles. Habíamos dejado de trabajar con la compañía X porque no nos gustaba su forma proceder para trabajar en la compañía Y, que trabajaba más acorde a nuestra filosofía, luego X absorvía Y, y vuelta a empezar, pero eso es harina de otro costal. Con todo ello, tuvimos cierta estabilidad en precios y cierta estabilidad en el sector. Las compañías, y también nosotros volvíamos a dar imagen de seriedad
Creo que hemos vuelto a las andadas. Estas son las posibles causas:
1-Un poco más adelante en el tiempo se baremizaron las indemnizaciones por daños personales evitándose así esas terribles sentencias que los jueces aplicaban a las Compañías donde se condenaba a pagar millones y millones de pesetas a víctimas de accidentes de tráfico.
2-Aparición en juego de las Compañías de venta Telefónica, Internet.....
3-Se incorpora al sector de forma determinante (siempre lo había estado, pero nunca con tanta incidencia) de Bancaseguros.
Llegamos a la situación de actual: Los precios nunca han sido tan bajos. Aparte del sector seguros, no conozco ninguno en el que se estén cobrando primas inferiores a hace 15 años.
-En el año 1995 o 96, tuve mis manos una póliza que me llamó la atención. Era la póliza de un coche que en función de la edad que tenía en ese momento me hubiera gustado tener: Un Volkswagen golf 1.8 GTI. La póliza estaba hecha en la compañía Kairos. Para ese vehículo, el seguro obligatorio, voluntario y ocupantes tenía un precio de 28.000 ptas. Si ese precio, en aquel momento y con esas garantías (pocas) era escandalizante....¿Que debemos pensar hoy en día cuando por esa prima casi casi se venden seguros con Incendio+robo+lunas?
-Hoy en día hay compañías que nos dicen que podemos mejorar el precio de la cartera de la competencia, sea cual sea, entre un 5 y un 10% en diferentes ramos......
He de reconocer mis limitados conocimientos en materia económica, pero puedo comprender que las Compañías obtengan beneficios através de inmuebles, inversiones financieras u otras actividades no diréctamente relacionadas con el sector asegurador. Lo que no puedo entender es como cobrando una prima media en autos de 250 €, o 300 es lo mismo, puede pagarse en caso de siniestro de culpa un módulo de mas de 800, además de pagar nuestra comisión, a peritos, gastos internos, etc....
Ante todo este escenario, el beneficiado, por lo menos económicamente es el asegurado. Debemos pensar que aparte del precio hay que brindar servicio, la retribución que se obtiene debe ser suficiente para ello y de seguir en esta progresión será difícil dar calidad de servicio al atender a nuestros clientes (tanto aseguradoras como nosotros mismos).
Señores, ¿A donde nos conduce todo esto? ¿Es que acaso no aprendemos de nuestra historia? ¿ No sabemos que “Quién no recuerda su historia está condenado a repetirla....”?