Si por alguna cosa creo que se diferencia una cartera profesional de una cartera retail o doméstica, a parte de los millones en ella, es su forma de gestión. Los criterios a la hora de comprar un activo o no o de ampliar posiciones o reducirlas. Creo que si queremos estar vivos en esto por mucho tiempo debemos plantear nuestra cartera en base una operativa a largo plazo y ser conscientes que esto es un juego dónde el que mueve pocas fichas y es paciente sale mejor parado que todos. Precisamente creo que esta es o debería ser la mentalidad de un buen gestor, la cual creo que esta a años luz de llegar en el sector retail. De echo la maquinaria comercial del trading esta diseñada precisamente para que el retail pueda creer que puede aprender a leer el mercado en 2 horas y ganar mucho en poco tiempo (algo que corto plazo puede suceder pero que a largo plazo es insostenible).
Entonces, que criterio o criterios deberíamos seguir para configurar nuestra cartera? El control óptimo del riesgo.
Cuando digo que hay que llevar un control del riesgo no me refiero al tipico gancho comercial de bróker de 'hay que arriesgar una unidad y aspirar a ganar 3 y por cada 10 operaciones con una tasa de aciertos del 30% habremos ganado un 20% en un día malo' (que fácil parece forrarse así, y el tonto de Soros contratando a los mejores quants y sacando solo una mediana del 40% anual).
El control óptimo del riesgo pasa por disponer de una buena data/histórico de los activos y calcular la volatilidad de estos. Para el cálculo de la volatilidad histórica de un activo basta solo con aplicar una formula de suma sencillez y fácil de deducir
Vn= , dónde:
n=activo en cuestión
Vn=Volatilidad del activo dentro del rango calculado
ny=punto de partida 'y' del activo en cuestión (por ejemplo hoy)
nx=punto de partida 'x' del activo en cuestión(por ejemplo 5-03-2015)
Restamos 1 ya que al realizar la operacion 'ny/nx' obtenemos el cociente que 'ny' representa en 'nx' por lo que deducimos que la diferencia es la variación que ha sufrido el activo en cuestión
Cómo la volatilidad siempre tiene que ser un valor positivo (no tiene lógica hablar de volatilidad negativa así como si puede tenerlo hablar de rentabilidad negativa) elevamos la diferencia del cociente a 2 y acto seguido le buscamos su raíz cuadrada
Operado esto tendremos la volatilidad del activo que queramos.
Una vez dispones de la volatilidad de cada activo por separado simplemente hemos de agregar dichos valores de volatilidad en relación a su peso en la cartera y de esta forma obtener la volatilidad global de la cartera. Simplificándolo en forma quedaría algo cómo
Vt=Σ Vn*Pn, dónde:
Vt = la volatilidad total de la cartera dentro del rango calculado
n=activo
Vn = la volatilidad del activo dentro del rango calculado
Pn= Peso del activo en la cartera
Σ =sumatorio de los productos
Para facilitar el trabajo y ganar tiempo (y mucho) tales operaciones se pueden realizar con hojas de cálculo del estilo excel. En el próximo post explicare cómo hacerlo.
Realizadas tales operaciones dispondremos cuantitativamente de la volatilidad total de nuestra cartera. Ahora solo queda por determinar en que rangos de volatilidad, o lo que es o mismo, que tipo de riesgo estamos dispuestos asumir. A su vez, un control cuantitativo de la volatilidad de la cartera permite hacer modificaciones en esta de tal manera que podamos optar por operaciones de alto riesgo con potenciales de rentabilidad muy elevados sin que esto repercuta al riesgo global de la cartera ya que como tal lo tendremos asumido y controlado lo que evitarán sorpresas.
Enric Vilar