El análisis técnico parte de la consideración del largo plazo a la concreción en el corto plazo, y en la situación especulativa e inversora actual parece que el cierre trimestral está ciertamente condicionando, e incluso impidiendo, cualquier intento de corrección por parte de los futuros sobre índices de renta variable en plazos más cortos.
Conviene tener presente que las referencias vienen siempre marcadas por los
gráficos de más largo plazo, de ahí que resulte útil consultarlos y tenerlos como primera fuente de información, y también como indicador de cara a la toma de posiciones, y a su reducción o incremento, en una dirección o en otra dentro de plazos más cortos.
En el gráfico del futuro del
DJ Euro
Stoxx 50 se aprecia una clara pauta
envolvente, que es una potente pauta de giro alcista tras una tendencia bajista previa. Se produce además en una importantísima zona de soporte de medio y largo plazo. De hecho, el Euro
Stoxx fue uno de los primeros índices en dar señales de compra, al haber alcanzado esos niveles e indicar pautas de posible finalización de las caídas y giro en una zona de soporte tan relevante.
Si se compara el gráfico del futuro del
Dax 30 con el del Euro
Stoxx 50, a simple vista se puede reconocer que el
Dax goza de mayor fuerza alcista. Se puede distinguir que el primero llega a superar los máximos previos del año 2000 para formar una segunda cresta, mientras que el segundo forma mínimos decrecientes. Así mismo, mientras que el
Dax tiene un
retroceso porcentual superior al 61,8%, pero queda todavía lejos de la corrección completa del movimiento, el Euro
Stoxx vuelve al origen del movimiento en 2003 y la corrección va más allá del 100% de todo el tramo alcista. Es decir, los dos futuro no son igual de interesantes de cara a tomar posiciones vendedoras o compradoras.
En el gráfico del
Dax he marcado con elipses negras el tipo de vela que se suele formar tras
Líneas grandes. Se observa como a una gran línea de avance, a un cuerpo real grande, le sucede una fase de pausa, reflexión o consolidación, cuerpos reales pequeños de tipo
doji o peonza, con independencia de que sus sombras puedan ser más o menos alargadas.
El Ibex 35 es el más alcista de los tres futuros, ya que sigue una limpia secuencia de máximos y mínimos crecientes. A la hora de hacer nuevos máximos lo hizo con bastante mayor recorrido que el Dax, y a la hora de corregir lo ha hecho bastante menos que el Euro Stoxx.
Para las elucubraciones, al considerarlo más cercano a la mayoría de lectores del blog, tomo como referencia el Ibex. Lo más probable, dada la evolución del mercado, otra cosa resultaría incluso rara, sería acabar con una gran vela envolvente, cuya incógnita radicaría en el tamaño de la sombra superior; esto es, si se va a producir un cierre de tipo marubozu, en máximos, o se va a cerrar entre 9.180 y 9.500 puntos, siendo un precio superior a los 9.180 necesario para validar plenamente la pauta envolvente. Yo me inclinaría a pensar que en junio no se verán precios superiores a 9.840, aunque el vencimientro trimestral de derivados es el próximo viernes, y la semana que viene y ahora mismo no hay pistas claras sobre lo que podría suceder.
Para el trimestre veraniego se va a contemplar como opción más razonable que la vela sea de cuerpo real pequeño, con un cierto movimiento lateral. La incógnita para estos meses radicaría en el tamaño de las sombras. En este periodo concedería mayores probabilidades a la superación de los 9.840, pudiendo incluso verse precios superiores a los 10.000 enteros. Según el tamaño de las sombras, será mayor o menor la volatilidad. Yo no descartaría un amplio lateral con filtro entre los 8.800 y los 9.800 puntos, con susto o sin susto en septiembre, pero para cerrar no muy lejos de la apertura del mes de julio, puesto que se parte de la hipótesis de un cuerpo real pequeño.
Para el último trimestre del año, partiendo de la vela de pausa, reflexión o consolidación de los meses de julio, agosto y septiembre, se plantearían dos posibilidades: la primera de continuación alcista en sintonía con la pauta envolvente mencionada; la segunda sería un escenario bajista en consonancia con un posible deterioro de la situación económica.
La opción alcista podría conducir a precios de entre 11.000 y 12.000 puntos, coincidiendo el 50% de retroceso de toda la caída precedente en los 11.360 puntos. La opción bajista supondría corregir hasta el 50% de la vela trimestral de junio, entre 8.600 y 8.800 puntos, o corregir el 100% hasta mínimos.
En el gráfico he marcado en azul algunos ejemplos alcistas, y en rosa algunos ejemplos del tipo de vela que podría darse tras la hipotética peonza o
doji, una formación semejante a la
estrella vespertina, pero sin las connotaciones de la misma. La opción bajista en los meses de octubre, noviembre y diciembre, sería más apropiada para el cierre anual. El enunciado sería similar al del trimestre de verano, tras una Línea grande, una vela de cuerpo real pequeño; aunque en este caso yo descartaría una vuelta a los mínimos de marzo y me decantaría por la hipótesis de un cierre no lejano, bien por arriba o bien por debajo, a los 9.000 puntos.
En ese sentido, cabría una tercera opción, la de una nueva vela de cuerpo real pequeño, de tipo doji o peonza, para los meses de octubre a diciembre, en forma de movimiento lateral, como en los primeros meses del año 2004.