A pesar de algunos progresos aparentes a lo largo del fin de semana, la moneda única está a la defensiva esta mañana en repuesta a las noticias de Grecia. Después de unas largas conversaciones entre los líderes de los partidos mayoritarios griegos, parece que no hay acuerdo todavía sobre las estrictas exigencias de la Troika. Esta última está alarmada ante el continuo deterioro de la posición financiera griega e insiste en que todos los partidos políticos deben aceptar la necesidad de recortes adicionales significativos y reducciones considerables en los salarios.
Antonis Samara, líder del New Democracy Party sugirió la última noche que no estaba convencido de que acceder a las demandas de la Troika fuera en el mejor interés de Grecia. Añadió que luchará contra las propuestas que tiendan a empeorar la actual recesión de Grecia. Esto contrasta con un declaración de Papademos, que indicó que un amplio acuerdo había sido alcanzado en una variedad de medidas incluyendo recortes del gasto por valor de un 1.5% del PIB, un impulso a la financiación de la seguridad social y varias iniciativas destinadas a impulsar la competitividad.
Perturbador para el euro es que todas esas necesidades deben ser acordadas en un plazo de tiempo corto teniendo en cuenta que Grecia no tiene dinero disponible para pagar el 20 de Marzo EUR 14.5bln en amortización de bonos. El Eurogrupo ha dicho que no está considerando prestar más dinero a Grecia hasta que los políticos accedan a las demandas de la Troika. Dado el rápido deterioro de la posición fiscal de Grecia, el tamaño de cualquier Nuevo rescate puede estar cercano a EUR 145bln en lugar de lo estimado inicialmente de EUR 130bln.
Después alcanzar 1.32 el viernes, la cuarta vez en una semana, el euro ha ido deslizándose y ahora amenaza con romper el 1.30. Esta vez, será interesante ver si la debilidad en el lado de las compras observada recientemente emerge de nuevo.