La agencia de calificación Fitch ha vuelto a advertir a los EE.UU. que su triple A sobre su deuda no era compatible con su carga en aumento, pero indicó que ninguna revisión al respecto sería tomada hasta el año 2013. Fitch ya ha apuntado un punto de vista negativo sobre la deuda soberana de EE.UU., pero la advertencia es bastante suave en estas circunstancias, sobre todo porque S & P ha conseguido quitarle a los EE.UU. su condición de ser superior. Naturalmente, la crisis de la eurozona ha acaparado los titulares de gran parte de la segunda mitad de este año, pero la situación de EE.UU. no debe ser ignorada. Dicho esto, el estatus del dólar como reserva, el bajo nivel de los rendimientos del Tesoro y las próximas elecciones de EE.UU. hacen que lo más probable sea que la cuestión de la sostenibilidad de la deuda en los EE.UU. no sea abordada en el año 2012. Europa debe actuar severamente y dar una advertencia a los EE.UU. por ignorar la sostenibilidad de su deuda, pero con toda probabilidad, no se tomará las molestias de tomar cartas en el asunto.
El diablo y el profundo mar azul
Los rendimientos del los GILT de UK cayeron a un mínimo récord ayer, pero esta "buena" noticia llega a un precio muy alto debido a la austeridad fiscal, la disminución de los ingresos reales y el aumento del desempleo que sigue pesando sobre el consumidor. Según la última encuesta del GfK NOP, la confianza del consumidor cayó el mes pasado al nivel más bajo desde febrero de 2009. Además, los consumidores siguen siendo muy cuidadosos con su situación financiera, lo que sugiere que el gasto seguirá siendo prudente durante algún tiempo. Más positivo es, sin embargo, el programa de consolidación fiscal del Canciller que permanece esencialmente por el buen camino, con las últimas cifras de endeudamiento del sector público, una vez más por debajo de las expectativas. Para el año fiscal hasta la fecha, la necesidad de endeudamiento del sector público se redujo en más de 15bln de GBP respecto al año anterior. Por lo tanto, la política fiscal está haciendo su trabajo en términos de tratar de proteger a la calificación del Reino Unido en términos de crédito y la contribución a los costes de endeudamiento más bajos, pero a costa de estrujar el gasto. Por desgracia, la austeridad es un mal necesario.
El tamaño no es el problema
El BCE ha anunciado hoy un fondo de EUR 489bln para las instituciones financieras en la primera de sus operaciones de refinanciación a 3 años, pero más importante que el tamaño de la operación es lo que van a hacer los bancos con ese dinero. La dicotomía entre tamaño y uso explica porqué el euro tiene dificultades para mantener su reacción positiva inicial a la noticia. Un factor que explica el mayor tamaño del esperado(más del doble de lo previsto) es la rebaja de la reglas sobre los colaterales anunciada al inicio del mes, el BCE ha relajado sus pretensiones en relación a lo que acepta. El número de bancos participantes es amplio- casi tres veces el número de solicitantes vs. la licitación a 1 año vista al final de Octubre.
Pero lo que suceda con todo ese cash es de lejos la cuestión más importante. Parte de la élite política europea quisiera que se invirtiera en deuda de la eurozona, rebajando los intereses a niveles más sostenibles. Sin embargo los accionistas puede que tengan algo que decir al respecto. Datos del EBA muestran que los bancos han sacado EUR 65bln de bonos soberanos en los primeros 9 meses de este año. Una liberación de cerca de 1bln euros de los fondos (la media de los bancos participantes) será suficiente para cambiar de opinión y convertirlos en compradores netos? Algunos pueden estar esperándolo pero seguiríamos teniendo las mismas razones para acusar a los bancos de repetir los mismos errores financieros de 2007 cuando se sacó a la luz la deuda subprime. En los días venideros, mediante la observación de los rendimientos de los bonos y los flujos de préstamos por parte del BCE podremos intuir hacia dónde fluye el cash.