Después de las admoniciones de ayer del Bundesbank en relación a sus reservas de que los bancos centrales presten al FMI, los finlandeses han puesto más objeciones al trabajo de la UE. Su gobierno no se encuentra cómodo con la propuesta de la cumbre en la que se debate si con un 85% de mayoría se pudiera autorizar el rescate de un miembro bajo el Mecanismo de Estabilidad Europeo, en contraposición al voto unánime que se requiere bajo el actual tratado. Aparentemente el parlamento finlandés debería aprobar- con una mayoría de 2/3- un cambio de reglas, lo cual no se antoja sencillo. Esta no es la primera vez que Finlandia pone trabas en el proceso de rescate de los estados europeos soberanos en problemas. Recientemente, Finlandia intentó romper el acuerdo con Grecia solicitando mayores garantías.
Desafortunadamente, que no inesperadamente, nuevas grietas surgen sobre la cumbre europea de la semana pasada.