Hace algún tiempo que escucho diversos comentarios profesionales y no tan profesionales respecto a la salud de los mercados. Como aún no he pasado de los cuarenta y no he vivido movimientos bajistas fuertes (a excepción de 1998), me gustaría poneros un par de gráficos los cuales entiendo no pasarán desapercibidos por los lectores y que no son ninguna broma.
El primero de todos pertenece a AVON, se acordarán ustedes de la famosa frase “Avon llama a tu puerta”. El valor se paseó haciendo un lateral desde finales del 1972 hasta julio de 1973, entonces ocurrió lo inesperado que no fue otra cosa que la crisis del petróleo de dicho año. Gozando de una salud contable envidiable y sus fundamentos a prueba de bombas el valor se desplomó desde los 16$ hasta los 2.5$ en un año. Los balances de Avon seguían gozando de números positivos, sus fundamentos envidiados, pero su cotización prácticamente rozaba el infierno. Muchas agencias de análisis daban sus recos a diario desde la rotura en los 16$ de fuerte compra y cada dia eran más los incautos que haciendo caso de ellas compraban y compraban acciones y veían impotentes como caían hacia los cambios anteriormente descritos.
Una famosa canción llamada “The gambler” (El jugador) describe lo siguiente:
"Tienes que saber cuándo mantener, saber cuándo doblar, cuándo alejarse y cuándo correr."
Los mercados tienen sus fases, las alcistas y las bajistas, las compras y las ventas. En estos momentos las segundas se han apoderado de los mercados y estar ahora en ellos en el lado largo es una manera de perder tiempo y dinero.
Ya hemos visto lo devastador que es mantener posiciones por el mero hecho de creer en la empresa, ahora veremos que la catástrofe de muchos y la gloria de unos pocos también se produce en otro tipo de mercados, los derivados.
El S&P 500 y su futuro del año 1987 se desplomó cuando formó un perfecto should-head-should y en un cambio de secundaria fue capaz de bajar un 40% en muy pocas sesiones, claro que como los derivados no son ninguna broma las garantías requeridas a las posiciones compradoras destrozaron a éstos provocando un colapso vendedor y llevando al futuro hacia un crash que aún hoy muchos recuerdan.
Con esto sólo intento concienciar al público inversor de lo duro qué un mercado nos lo puede hacer pasar si no hacemos correctamente los deberes.
Una advertencia para finalizar el artículo, los mercados del año 73 y 87 entraron en crash simplemente con sendos cambios en su estructura secundaria, esta vez los cambios que se han producido han sido en sus estructuras primarias.