Adela Alba nos trae hoy otro delicioso post. Y esta vez no me resisto a añadir un breve comentario al final. Espero que os guste:
Caminaba apresuradamente hacia el trabajo, cuando al pasar junto a una cafetería llegó hasta mi el olor de un perfume de mujer mezclado con el aroma a café recién hecho y esa mezcla tan particular me transportó de forma instantánea, como un viaje en el tiempo, a otra época, otro país. Me vi en otras calles tal como yo era con 20 años, otra persona distinta a la que soy ahora, con otros sueños, otras preocupaciones, otros anhelos ...
Recordando y reflexionando, me doy cuenta que hoy soy tal como me imaginé entonces y , a su vez, entonces era tal como había imaginado que sería varios años atrás, pero tan diferente mi yo actual de los anteriores que casi ni me reconozco. Tenía razón Buda cuando afirmó que “todo lo que somos es el resultado de lo que hemos pensado”.
Edward C. Banfield, sociólogo y profesor de universidad de Harvard estudió las razones del éxito y llegó a la conclusión de que la visión a largo plazo es el indicador más fiable para predecir de la manera más exacta el ascenso social y económico.
Visualizar nuestros objetivos, lo que queremos conseguir, a dónde queremos llegar, es fundamental. Para decidir los pasos que hay que tomar, hay que conocer el camino y para saber el camino hay que saber, previamente, el destino al que nos queremos dirigir.
La vida está llena de elecciones, pero para asegurarnos de que nuestros pasos nos llevan en la dirección adecuada, no hay que perder la perspectiva del largo plazo.
De igual modo que el sentido del olfato te lleva hacia el pasado, la visualización y planificación te llevan hacia el futuro, toda una experiencia para viajeros en el tiempo.