Acceder
Blog Fresh Family Office
Blog Fresh Family Office
Blog Fresh Family Office

Consultas de toda una Vida.

En lo que llevamos de año 2009 estamos recibiendo a través de este blog una cantidad significativa de consultas muy tristes desde el punto de vista de un Family Office. Guardando la confidencialidad profesional debida, os diremos que son consultas de familias desesperadas que claman algo de luz después de una sangría brutal en los ahorros de toda una vida.

Carteras en diversos bancos que les fueron vendidas (y lo que es peor, mantenidas) como renta fija muy segura. Como el tipo de activo ideal para blindar el fruto de toda la vida laboral, de esfuerzo y de ahorro. Las más perjudicadas están compuestas por acciones preferentes perpetuas, incluso por fondos o conglomerados de perpetuas, y por vulgares titulizaciones de empresas indescifrables pseudo-filiales de otras multinacionales que pusieron su nombre un día, o ni siquiera eso. En muchos casos lo que serían los famosos paquetitos de basura crediticia propiamente dicha, cuyos flamantes ratings algunos incluso conservan relativa y vergonzosamente.

De hecho hace unos pocos años se vendían indistintamente estas emisiones en el mismo segmento de riesgo que la deuda senior con vencimiento de emisores multinacionales. Y era relativamente comprensible, ya que jamás habían sufrido ni sus cotizaciones ni la solvencia de estas emisiones. Es cierto que nadie era capaz de explicar qué había bajo esos nombres anglosajones, indescifrables y técnicos. Pero qué demonios! al fin y al cabo todo el mundo invertía en productos financieros indescifrables! De hecho, el que no lo hacía quedaba relegado al analfabetismo inversor, siendo objeto de mofa por su entorno social y sobre todo bancario.

Era impensable que esa renta fija nebulosa creada por financos a demanda de inversópatas (premonitorio artículo de Junio 2007), pudiera generar pérdidas para sus tenedores. Al fin y al cabo se trataba de renta fija. Pero ahora sabemos que era tan fija como los beneficios de las entidades subyacentes (que jamás hubieramos previsto que llegasen a tambalearse), o tan fijas como la capacidad de un Ninja para pagar su hipoteca. ¿Quién iba a predecir que las entidades financieras (no sólo bancos) desaparecerían o deberían ser rescatadas masivamente; o que se concedieran créditos hipotecarios a familias insolventes de forma sistemática, masiva y perversa? Desde luego las entidades calificadoras de riesgo no, y en aquel entonces parecían La Biblia.

No se trata por lo tanto, de demonizar a los que vendieron esas emisiones hace algunos años, cuando nadie podía imaginar que pudieran convertirse en papel mojado. Se vendieron como seguras porque en aquel entonces nadie podía afirmar lo contrario. Pero a partir del verano de 2007 el mundo financiero empezó a cambiar. Y esas emisiones comenzaron a perder valor, aunque seguíamos viendolas como un producto seguro que simplemente tenía precios más atractivos. Desde entonces hasta hoy la situación de este tipo de emisiones ha cambiado radicalmente, y en el camino la mayoría de nosotros hemos dejado de considerarlas un instrumento de blindaje, un activo seguro, para considerarlas inversiones de riesgo. Eso ha ido sucediendo paulatinamente, y la afectación personal ha dependido de la cintura y agilidad de cada uno para analizar y reaccionar ante esa dramática realidad cambiante. Es aceptable que la reacción de asesores y banqueros pueda haberse producido más tarde de lo deseable, y que su supuesta formación y capacidad no haya servido para salvaguardar la mayor parte del patrimonio de sus clientes. Pero lo que sí es reprobable es que hoy aún hayan asesores y/o banqueros que sigan considerando este tipo de inversiones como renta fija segura con la que blindar patrimonio, sin haber evolucionado con la realidad.

Están permitiendo así, la muerte de la rana de sus clientes, a pesar de que algunas de estas emisiones se hayan literalmente desplomado violentamente por la propia aridez de ese mercado. Y muchos han sido incapaces de reaccionar, pero no por mera incompetencia sino por falta de honestidad consigo mismos y con sus clientes. Las consignas de las entidades para las que trabajan son, aún hoy, mantener e incluso comprar más a precios ridículos para compensar las pérdidas. Olvidando completamente el orígen y la motivación de estas carteras, que hace tiempo que dejaron de ser fijas y seguras y se están desmoronando una tras otra, llevándose por delante vidas enteras de ahorro y esfuerzo.

Las consultas recibidas no serían tan dramáticas si hace tan sólo unos meses, los gestores y asesores de sus respectivas carteras hubieran cogido el toro por los cuernos. Si hubiesen explicado que los activos en cartera de sus clientes se habían convertido, en estos tiempos convulsos y de crack financiero, en inversiones de riesgo. Incluso la responsabilidad podía derivarse hacia el colapso financiero de forma razonable, eximiendo de la misma a dichos asesores. Y aunque los Clientes les habrían recriminado por haberles asesorado mal en orígen, los argumentos de defensa de los asesores serían avalados por las circunstancias excepcionales de la crisis sistémica y también por su honestidad profesional. Pero lo realmente importante es que los activos de los Clientes se habrían salvado en una mayor proporción (a pesar de que sus rentas habrían disminuído drásticamente). Lamentablemente muchos profesionales no lo hicieron y prefirieron, prefieren aún, asesorar bajo el avestruzamiento y, lo que es mucho peor, la comercialidad.

Estas emisiones, como tales inversiones arriesgadas pueden ser una opción más para los inversores, pero siendo conscientes de su riesgo de impago de intereses o cupones, también de su riesgo de evento crediticio o incluso default y por lo tanto de su altísima volatilidad y potencial pérdida de valor.

Cuando se trata de emisiones de bancos relativamente sólidos como las propuestas por Fernan2 o Llinares, pueden suponer una inversión atractiva, pero jamás para blindar los ahorros de toda una vida. Se han convertido en inversiones de riesgo, y como tales tienen su público. Incluso las emisiones que estamos viendo en las carteras de las consultas recibidas, a pesar de ser en su mayoría emisores de dudosa solvencia en la actualidad, también podrían encontrar su sitio en una porción de cartera de determinados inversores. Pero lo dramático es que siguen configurando el 100% de estas carteras, que se diseñaron en su orígen para blindar todo el patrimonio de una familia y resguardarlo de los peligros de las bolsas.

El resultado os lo pedéis imaginar, patrimonios de trabajadores que han conseguido durante toda una vida de esfuerzo y sacrificio acumular unos centenares de miles (o incluso algún millón) de euros con pérdidas del 60, 70 e incluso 80%. Ahorros que ahora en plena vejez se han perdido sin haber querido jamás arriesgarlos. Sangrías que sus gestores y asesores no han sabido ni querido cortar a tiempo, y que aún hoy cuando una emisión tras otra deja de pagar ni siquiera los intereses, siguen con la consigna del "cuando todo esto pase ya se recuperará la par". Repito que no es recriminable que hace unos años recomendaran este tipo de RF. Pero lo que no tiene perdón de Dios es que no hayan querido reaccionar valiente y honestamente ante unos productos que hace muchos meses que objetivamente dejaron de ser adecuados para blindar patrimonios. Ese, y no otro, era su trabajo.

Para nosotros es también muy duro tener que abrirle los ojos a estas Familias. Vienen a consultar situaciones tan desesperadas que les han llevado a desconfiar del banco en que han depositado su fe y patrimonio todos estos años. Consultas a las que llegan presas del pánico por ver que los extractos de sus carteras se están extinguiendo mes tras mes. Pero no obstante quieren creer lo que les dicen sus banqueros y asesores, y no pueden creer que su futuro haya cambiado radicalmente a estas alturas de su vida, sin comerlo ni beberlo. Obviamente tampoco hay ninguna garantía de que todas estas emisiones se extingan una tras otra como ya han empezado a hacerlo algunas. Por lo tanto la pregunta del millón que deben hacerse estas Familias es si la valoración actual de sus carteras es realmente vital para sus vidas. Si el valor residual actual de sus ahorros puede arriesgarse a cambio de una posible recuperación, quizás puedan mantenetse algunas posiciones y cruzar los dedos. Pero si perder el patrimonio que les queda a valoración actual (15 o 25% de lo que era tan sólo hace un año) es algo a lo que no pueden arriesgarse, no queda más remedio que vender y blindarlo según los criterios actuales.

Siempre ha sido más difícil afrontar la realidad que vivir en el engaño, pero las consecuencias de no reaccionar valientemente ante las adversidades suele tener resultados terribles. Una pena y una injusticia.
7
¿Te ha gustado mi artículo?
Si quieres saber más y estar al día de mis reflexiones, suscríbete a mi blog y sé el primero en recibir las nuevas publicaciones en tu correo electrónico
  1. #7
    19/02/09 16:56

    Anónimo, nos vemos...

    Nairan, sólo con tus dos premisas se habrían evitado enormes daños. Como bien dices lo lamentable es que sólo vivimos una vez, y aprendemos a vivir cuando la vida ya pasó. Es exactamente lo que decimos en nuestro encabezado del blog (en inglés). En cuanto al tiempo que es alguien capaz de mantener una fortuna consigo, te recomiendo releer este artículo.

    El Pel@s, lo de que veremos resurgir los extractos, será para los que hayan sufrido caídas, porque los pocos que se hayan mantenido en bonos sólidos con vencimientos cortos o soberanos, siguen impertérritos. De todas formas está claro que venimos y estamos en un campo de minas del que es difícil escapar sin alguna mínima mutilación. Tienes toda la razón en que vivíamos de forma irreal y el más tonto hacía relojes (ganaba en bolsa y/o en inmuebles). Si llegas a hacerles caso a esos "listillos" como tú dices, tu situación patrimonial sería mucho peor, sin duda. No existe una "misteriosa técnica" para proteger un patrimonio. Simplemente una pizca de conocimientos técnicos, un poco de experiencia, mucho sentido común y un conocimiento absoluto de las circunstancias de cada patrimonio que haya permitido diseñar la estrategia como un traje a medida (y no me refiero a un estructurado por encargo, claro).

    Espero verte pronto por Bcn. Por cierto, Cesc ya estuvo por aquí.

    Salud y €.

  2. #6
    Anonimo
    19/02/09 13:06

    Gurus Mundi tronco, que quieres que te diga... esto es una crisis, pero nada mas que eso.

    Evidentemente es la crisis del siglo, pero eso es tan solo porque el XXI está empezando. Crisis ha habido y crisis habrá... unos saldrán desplumaos y otros encantaos.

    Es triste el caso de la peña que cuentas... esos ancianitos que han perdido los ahorros de toda una vida, pero salvo esos... el resto veremos el resurgir de la economia y volveremos a disfrutar al abrir las cartas de nuestros extractos bancarios.

    Esta claro que muchos saldrán con experiencia, como bien dice el colega Nairan, pero te aseguro que la crisis es positiva porque viviamos en un mundo ficticio donde todos nos creíamos ricos y pensabamos que las pel@s crecían en los árboles.

    No hace falta ser muy espabilao, ni sufrir una crisis para saber que el mundo está lleno de listillos... Sin ir mas lejos, si yo me hubiese dejado impresionar por los dos entrajetaos y por el palacete que tiene en Chamberí el banco privado que quiso pillar mis pelas hoy también estaría desplumado.

    Según ellos (dicho con talante y palabras finas) yo soy un DON NADIE, que necesitaba su ayuda profesional para conservar mi patrimonio....

    Si les llego a hacer caso y vendo mis matildes para invertir en los extructurados que iban a diseñar a mi medida hoy tendría posiblemente menos del 50% de mis pel@s y en mayo y noviembre no tendría mi fantástico dividendo.

    En fin... es complicao, pero de verdad que me tienes intrigao con tu misteriosa técnica de protección de patrimonios. A ver si me paso un día por Barcelona, comemos y me cuentas.

  3. #5
    Anonimo
    19/02/09 00:40

    ¡Buen artículo Gurus!

    Yo veo 2 graves errores por parte del pequeño inversor en todo lo sucedido (y lo digo no por poner el dedo en la llaga, sino para intentar sacar alguna lección aprendida).

    En primer lugar, todos tenemos que tener un plan global de finanzas (como vosotros constantemente subrayáis), lo que probablemente implica no tener los ahorros de toda una vida en un mismo sitio.

    Y en segundo lugar, sencillamente no tiene sentido poner el dinero en algo que no tienes ni la más remota idea de lo que es, por mucho nombre anglosajón que tenga.

    Me viene a la memoria una de esas frases que dice: "cuando 2 personas, una con dinero y la otra con experiencia, se cruzan y se produce un intercambio, normalmente la que tiene experiencia acaba con el dinero y la del dinero con experiencia". Realmente no cuadra 100%, ya que el dinero en este caso se ha perdido (bueno, si obviamos las comisiones y bonus que se han llevado muchos por colocar ciertos productos), pero cabe esperar que los que hayan perdido dinero, por lo menos hayan aprendido algo. Lo único lamentable, es que como bien señaláis, para muchos es probablemente demasiado tarde.

    Un saludo y a seguir con vuestra importante labor,

    Nairan

  4. #4
    Anonimo
    18/02/09 17:13

    Os he enviado una consulta. Interesante artículo.

    Saludos.

  5. #3
    18/02/09 16:51

    Anónimo, esa visión de la vida es muy respetable, una opción más. Pero la mayoría se preocupa por intentar asegurar un futuro incierto, sobre todo cuando se tienen hijos o nietos. La seguridad absoluta no existe, pero no cabe duda de que éstos son tiempos muy difíciles y las probabilidades de que a nuestro patrimonio le caiga una cornisa encima son mucho mayores que hace un par de años. La reacción actual es comprensible. Incluso te diría que, si el patrimonio es considerable, sería temeraria otra actitud.

    Sara, ya he contestado a tu primer comentario en el original Fresh Family Office. Espero tu consulta.

    Salud y €.

  6. #2
    Anonimo
    18/02/09 16:03

    Insisto de nuevo, parece claro el riesgo de deflacción, en ese entorno donde hay una pérdida de valor ¿cómo protegemos nuestro patrimonio? ¿oro? ¿colchón? No estaría de más orientar en qué hacer en estos momentos, ya sé que mojarse en esta situación es complicado; oí a uno de estos grandes gurús decir que había que buscar aquello que no tuviera deteriorados sus fundamentos.... ¿concretamos?.
    Gracias por vuestro blog, saludos.

  7. #1
    Anonimo
    18/02/09 14:17

    Hola salud.
    A toro pasado todos sabemos mucho, especialmente desde la barrera. Todo puede pasar. Creo que tenemos que tener cuidado al salir a la calle. Pues, aunque nunca nos ha ocurrido hasta ahora, tenemos la posibilidad de que nos caiga una cornisa,Y si seguimos alarmando al personal, todo el mundo acabará ponienda la pasta debajo del colchón [preferirá quedarse en casa, y dejar de pasear ],cuidado!!! ... que también se queman los colchones !!!
    El riesgo de vivir se termina con la ..................... Pues vivamos,la pasta la gastamos y despues todos CALVOS,,,,,.
    Adeu salud y forsa al canut.

Sitios que sigo
Te puede interesar...
  1. ¿Cuánto ganarán quienes inviertan hoy?
  2. Las mentiras del gobierno y las autoridades sanitarias españolas respecto al coronavirus
  3. Las miserias y trapos sucios de los ETFs y fondos indexados.
  4. Invertir en Medallion y Renaissance. Los secretos de los mejores gestores del mundo.
  5. Adiós al Patrón Solvencia. El dinero infinito es el nuevo Patrón.
  1. 15 frases geniales de Warren Buffett
  2. La muerte de la rana
  3. Kaizen. El control de calidad de nuestras inversiones.
  4. Pero... ¿qué es una Agencia de Aduanas?
  5. Si te toca la lotería tienes tres opciones.