Curioso, muy curioso. Yo diría que casi tan curioso como absurdo. Hace unos días me enteré de la existencia de un nuevo movimiento-corriente económica llamada
Decrecimiento. Las premisas teóricas de dicho modelo se basan en el asesinato del capitalismo y la instauración de un nuevo régimen basado en que los países ricos dejen de crecer:
Los teóricos definen el decrecimiento como la corriente que propugna que en los países ricos no hace falta crecer más, sino un periodo de contracción económica voluntaria que sirva para repensar las necesidades humanas reales y para construir una sociedad más justa, más participativa y ecologicamente sostenible.
Parece ser que uno de sus más fervientes defensores en España es un conocido escritor y profesor universitario llamado
Carlos Taibo, cuyo principio existencial es el siguiente:
"El modo de vida en nuesta sociedad es esclavo del trabajo, del dinero y del consumo, pero eso no trae más felicidad, crea estrés y extiende males físicos como la obesidad".
"El crecimiento económico no genera cohesión social. [...] ¿Alguien piensa que en China hay hoy más cohesión social que hace 15 años? [...] El crecimiento económico genera, en segundo lugar, agresiones medioambientales que en muchos casos son, literalmente, irreversibles. El crecimiento económico, en tercer término, provoca el agotamiento de los recursos que no van a estar a disposición de las generaciones venideras. En cuarto y último lugar, el crecimiento económico facilita el asentamiento de lo que más de uno ha llamado el "modo de vida esclavo", que nos hace pensar que seremos más felices cuantas más horas trabajemos, más dinero ganemos, y sobre todo, más bienes acertemos a consumir."
Y a mi que todo esto me empieza a sonar a alguna extraña variante de socialismo encubierto. ¿Qué habrá hecho este tal Taibo en su vida? Un poco de
googleo periodismo de investigación y resulta que el tío es más rojo que Anguita. No hay más que echar un vistazo a la
veintena de libros que ha escrito, todos con el mismo trasfondo: Estados Unidos es malo, la URSS era mejor.
No dejo de preguntarme por qué los charlatanes tienen tan buena acogida en la sociedad. No importa la ideología que tengan (aunque si caminan por la izquierda estarán mejor vistos) o cuales sean sus principios (si es que los tienen), si eres un charlatán todos te escucharán. El lavado de cerebro y adoctrinamiento que observo día a día no tiene solución. Vivimos en un país de borregos adoctrinados por el régimen incapaces de ver más allá del Prestige, la guerra de Irak o la matanza del 11M. Triste realidad.