Si últimamente te ronda por la cabeza la idea de comprar una vivienda piénsatelo dos veces y no lo hagas. La sobrevaloración en el precio de la misma solo es equiparable a la poca vergüenza de la corruptocracia que mueve los hilos para que
esto siga siendo así. Vale que el precio haya bajado un poco, pero el tamaño de la burbuja en que se encuentra inmenso sigue siendo inversamente proporcional a la agudeza mental de los pepitos que en su día decidieron hipotecarse de por vida en un zulo sin futuro. Recuerda este proverbio:
"nunca cojas un cuchillo cuando cae".
Para colmo de la desdicha el Observatorio Joven de Vivienda del Consejo de la Juventud de España informa en
su último boletín que
un joven español para poder acceder a una vivienda sin endeudarse en exceso debería ganar 2.484,92 euros al mes (29.819 euros anuales), lo que representa un 96,77% más de lo que cobra en la actualidad de media. Dicho de otra forma, el doble.
Al interpretar estos datos cualquiera podría pensar que se está hablando del salario de un joven español que trabaja en el extranjero. Así nos va. El error está en no querer ver (porque no interesa) que la verdadera solución pasa porque el precio de la vivienda sea la mitad del que es ahora. Mientras tanto promotores, constructores, inmobiliarias y bancos pueden meterse las casas por el culo. Solo cuando ellos quiebren nuestras economías domésticas renacerán y nuestro poder adquisitivo volverá a ser "normal".
La cultura española, más cercana en ocasiones a ideales sudamericanos que al resto de Europa, nos impide comprender el verdadero paradigma de la vida. Comprar una casa es malo, muy malo, por diversos razonamientos:
- El exceso de compra de vivienda y su inherente especulación son los factores que nos han llevado a la situación actual.
- Comprar implica endeudarse y atarse a un bien inmueble de por vida, por lo que se pierde movilidad.
- Si yo me compro una casa y la hereda mi hijo, que a su vez se compra otra casa y dona ambas a mi nieto... y así hasta la eternidad, ¿cuantas casas tendrá mi tataranieto? Es simple, comprar casas no es sostenible a largo plazo.
Mi propuesta es buscar una opción intermedia entre la compra y el alquiler. Quizás un alquiler con opción a compra, una propiedad compartida de la casa. El ocupante paga con una entrada parte de la casa, adquiriendo ese porcentaje de propiedad. Cada mes deberá pagar una cuota como "alquiler" en función de el porcentaje de propiedad de la casa al propietario original. Si paga más que esa cuota, gana propiedad sobre la casa, teniendo posteriormente que pagar menos de alquiler. Si paga menos, pierde propiedad sobre la casa. En cualquier momento el ocupante puede traspasar sus derechos sobre la casa a un nuevo ocupante (venderla).
Las otras soluciones pasan por meterle fuego a los bancos o por ocupar las ciudades fantasmas que las promotoras construyeron en pleno boom. Un poco más violento sí, pero no menos eficaz.