El value o valor es uno de los conceptos más importantes en las apuestas deportivas. Es clave a la hora de decidirnos a realizar una apuesta y de su correcto entendimiento y aplicación depende buena parte de las esperanzas por lograr beneficios en el largo plazo.
El value podemos definirlo como la diferencia existente entre la probabilidad que expresa una cuota de que una circunstancia tenga lugar en un evento deportivo y la probabilidad que el apostante asigna a que ocurra dicha circunstancia. Si el apostante estima que un evento es más probable de lo que expresa la cuota, entonces la apuesta tendrá value. Por el contrario, si considera que es menos probable de lo que la cuota establece, no tendrá value.
A modo de ejemplo, imaginemos un partido de fútbol en el que la victoria del equipo X tiene una cuota de 2,00. Dejando a un lado los márgenes de beneficio de cada casa, una cuota de 2,00 significa que la casa de apuestas establece que el equipo X tiene una probabilidad del 50% de lograr la victoria. Si el apostante estimase bajo su criterio que el equipo X tiene una probabilidad del 60% de hacerse con el encuentro, esa cuota de 2,00 tendría value. En el caso de que su análisis le hiciese adjudicar una probabilidad menor, por ejemplo del 45%, la cuota de 2,00 dejaría de tener value.
Cómo detectar el value en las apuestas deportivas
Apostar a cuotas en las que se detecta value es básico para tener una esperanza positiva y lograr beneficios. Siguiendo el ejemplo anterior, si se hiciesen diez apuestas a cuota 2,00 apostando una unidad y se lograse ganar el 60% de ellas, es fácil ver que al final de la serie habríamos conseguido obtener unas ganancias de dos unidades.
Por lo general es muy complicado mejorar los análisis matemáticos de una casa de apuestas, por lo que a la hora de buscar el value en las apuestas es recomendable buscar situaciones anómalas o poco corrientes que puedan condicionar puntualmente un evento y que, por tanto, escapen de la estadística. Algunas de estas situaciones pueden ser: condiciones meteorológicas muy adversas, lesiones, picos de forma, problemas extradeportivos, tipo de superficie sobre la que se compite (césped natural o artificial, tierra batida, pavés, asfalto...), bajas de última hora, calendario de competición, etc.
El quid de la cuestión para tener éxito en las apuestas deportivas estriba en que el apostante logre hacer un análisis más preciso que el de la casa de apuestas y por tanto afine mejor la probabilidad. En esta capacidad de análisis e interpretación de todo lo que puede rodear a un evento deportivo radica la diferencia de nivel entre apostantes.
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