A menudo, en la vida y en el tráding, tendemos a malgastar parte de nuestro tiempo y energía mental en hacer absurdas cábalas, sobre en lo que nuestro devenir y en nuestra operativa hubiera sucedido si hubíéramos tomado una decisión en un sentido o en otro, si hubiéramos escogido un rumbo vital u otro, si hubiéramos comprado o vendido, si hubiéramos mantenido una posición abierta en el mercado durante mucho más tiempo o si la hubiéramos cerrado antes...
Nos lamentamos y nos culpamos de haber tomado la decisión supuestamente equivocada, porque puede suceder que a posteriori, veamos cómo el lado contrario al que nosotros escogimos, fué el que dió muchos más frutos y unos resultados más favorables y abultados. Sufrimos de nuevo inútilmente y nos mortificamos rozando hasta el autoinsulto, ya que nos acusamos de no haber sabido decidir bien, y de todo lo que en teoría nos hemos perdido por nuestra decisión equivocada, sintiéndonos tristes por la carencia que ahora creemos que tenemos o por no contar en nuestra cuenta económica y moral con todos los beneficios y puntos que hemos dejado de ganar...
De nuevo entra en juego la eterna duda e insatisfacción del tráder, el maldito ego y el exceso de avaricia, la falta de prudencia y el querer compararnos con cómo viven y operan los demás, y el no querer o saber aceptar nuestra propia realidad, nuestras propias posibilidades, que nos deben condicionar y limitar a la hora de fijar límites y objetivos en nuestra forma de transcurrir por la vida y por los mercados.
¿Cuántos de nosotros, después de estar a punto de cerrar una operación porque nuestro stop ha sido casi alcanzado en varias ocasiones, logramos salir de la misma con decentes beneficios, y en vez de alegrarnos, comenzamos a maldecir y a golpear nuestra mesa de trabajo al ver como el precio nos sigue dando la razón y sube o baja con fuerza ya sin nosotros?
Y entonces, como dice la sabia sentencia (válida también para la vida y para el tráding) "después de visto, todos listos", hacemos cábalas absurdas y nos montamos en nuestra propia cabeza y en nuestro bolsillo el cuento de la lechera en forma de dólares o de euros dejados de ganar, y nos machacamos pensando que "si yo hubiera aguantado la posición y no la hubiera cerrado, hubiera ganado tres veces más", o en vez de alegrarnos porque hemos cubierto nuestro objetivo, cuando por un sólo tick podíamos haber acabado en pérdidas, seguir humillándonos con la vana acusación de que debíamos haber entrado mucho más apalancados y con más contratos, en más índices, quedarnos dentro varios días...
Todo el mundo comete errores
Yo mismo también cometí muchos errores (antes de dedicarme de lleno al intradía, y lograr ser consistente con mi sistema, antes de dedicarme también a dar formación y ayudar a otras personas que intentan aprender a hacer trading), yo caí en la tentación de intentar dejar abierta varias sesiones alguna que otra operación de swing y al ver cómo caía y caía, verme obligado a cerrarla apresuradamente (siendo consciente del saldo de mi cuenta, de mis posibilidades y de cómo realmente si seguía bajando podría producirse una sangría que no podría permitírmela...) y a día de hoy, si las hubiera mantenido abiertas, tendría cubierto de sobra el objetivo casi del siguiente mes holgadamente...
Pero todos sabemos que, digan lo que digan los analistos, puede pasar cualquier cosa en cualquier momento. Cualquier noticia inesperada, cualquier soplo de viento contrario a nuestros intereses,y pese a los fundados pronósticos esperados, puede hacer que todo suba o caiga con estrépito...Y si hubiera mantenido mis posiciones en largo y la caída de ayer, en vez de frenarse y comenzar la remontada, hubiera continuado durante sesiones y sesiones? Hay alguien que pueda garantizar que ello no es posible, por mucho que ahora se ufanen y vanaglorien en decir que "lo sabía"?
Lo más seguro es que, en un momento dado, el mercado tome un rumbo en un sentido o en otro, pero siempre hay que ser consciente de hasta dónde podemos apostar nosotros en esa partida. Si nuestras fichas no son demasiado abundantes, por muy buenas cartas que creamos que tengamos, no podemos apostarlo a una sola jugada. No puedo volver a cometer errores del pasado y, al menos por ahora, jugar a un juego demasiado caro para mis intereses. Creo que hay que ponerse siempre en lo peor, y aunque dé rabia ver cómo habíamos acertado en la dirección de una entrada, pensar que todo puede darse la vuelta (o no) con estrépito en cualquier momento, y si en nuestro plan y con las circunstancias que tenemos actualmente tenemos marcado que hemos de recoger nuestro jornal diario, nuestro trozo de pastel que nos sirva de alimento, cumplirlo por ahora a rajatabla, en pos de metas mayores, cuando tengamos más asentado el estómago y la cuenta...
Al fin y al cabo, tomamos las decisiones en base a los datos y situación que tenemos en cada momento, según lo que conocemos y sabemos en ese instante preciso. De nada vale lamentarnos ni divagar después de sucedido algo sobre qué hubiera pasado con nosotros o con nuestras operaciones, porque la vida, y el tráding, pueden ponernos sin piedad ni compasión en nuestro sitio dolorosamente en cualquier momento, y entonces iniciaríamos el proceso contrario de comenzar a pensar, "si yo hubiera cerrado a tiempo y me hubiera conformado con las ganancias que llevaba..." y así eternamente, en un bucle sin fin...
Hay que capacitarse, formarse, es necesario aprender y dejarse ayudar ....pero también aprenderse, dominarse, controlarse a cumplir las reglas del sistema de cada uno. No hay que divagar y asegurar, seguir construyendo ladrillo a ladrillo, en espera de poder merecerse el levantar edificaciones mayores. Algunos alumnos y compañeros me comentan a veces "Si me hubiera quedado dentro del mercado sólo 10 minutos más, hubiera doblado mis beneficios..." Pero, ¿y si se hubiera girado? (como ha pasado muchos días), podía haber pasado de unas decentes ganancias a unas sonoras pérdidas. Si hubiera, si hubiese...Son decisiones: ocúpate en vez de preocuparte, actúa en vez de pensar, haz lo que tengas que hacer en cada momento y no te lamentes ni llores por las posibles oportunidades siguientes y céntrate en seguir siendo fiel a tí mismo y en olvidar las presuntas ganancias virtuales a fin de conseguir con las siguientes entradas las ganancias ciertas y reales, de operaciones cerradas...