Es una operación de características muy similares a los depósitos expresados en moneda nacional, con la diferencia de que se denomina en una divisa admitida a cotización oficial.
Las divisas más utilizadas para este tipo de producto son el Dólar/USA y la Libra Esterlina, y la referencia para fijar los tipos de interés es el Libor de la divisa al plazo de la operación.
A la hora de contratar este tipo de productos es importante considerar que además de las posibles variaciones en los tipos de interés existe un riesgo añadido que es la variación del tipo de cambio. Una posibilidad de evitar este riesgo es contratar un seguro de cambio para garantizar el tipo de cambio una vez finalice el plazo de la operación.