El salario mínimo es el salario mínimo establecido legalmente, para cada periodo laboral (hora, día o mes), que los empleadores pueden pagar a sus trabajadores por sus labores. Fue establecido por primera vez en Australia y Nueva Zelanda en el siglo XIX.
Los costos y beneficios de los salarios mínimos legales son aún objeto de debate.
Generalmente se expresa en unidades monetarias por jornada de trabajo; por ejemplo, que no se puede pagar menos de 6 euros/dólares/libras a un trabajador por cada hora de trabajo. Cada país suele establecer las normas legales que regulan el salario mínimo y los mecanismos para determinar periódicamente su monto, generalmente en forma anual.
En España, el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) es el sueldo mínimo legal que un trabajador puede cobrar independientemente de la dedicación profesional de la persona. Se expresa en unidades monetarias por hora de trabajo.
- 2004: 15,35 €/día, 460,5 €/mes y 6447 €/año (con 14 pagas)
- 2005: 17,10 €/día, 513 €/mes y 7182 €/año
- 2006: 18,03 €/día, 540,9 €/mes y 7.572,6 €/año
- 2007: 19,02 €/día, 570,6 €/mes y 7.988,4 €/año
Para el establecimiento del salario mínimo de cada año se consideran de manera conjunta el Índice de precios al consumo (IPC), la productividad media nacional, el incremento de la participación del trabajo en la renta nacional y la situación económica analizada de forma general. Podrá ser modificado semestralmente si hay variaciones sobre el presupuesto de IPC.
Según la categoría profesional y los convenios empresariales adoptados podrá ser aumentada dicha cantidad o también podrá ser reducida si el trabajador se encuentra en ciertas situaciones de formación. Las relaciones laborales y precisiones se encuentran expresadas en el Estatuto de los trabajadores
Efectos económicos de las leyes de salario mínimo
Hay diversas teorías económicas acerca de las consecuencias del salario mínimo. Según ellas, las consecuencias serían positivas o negativas.
Consecuencias positivas que se suelen atribuir al salario mínimo:
- Reducción del trabajo mal pagado, que puede ser visto como explotación laboral, es decir injusto y de explotación.
- Reducción de la dependencia de los que perciben salarios bajos en las ayudas estatales, que puede dar lugar a una reducción de impuestos.
- Aumento de la productividad, ya que se fomenta la inversión en capital y formación, desincentivando el empleo de mucha mano de obra.
Consecuencias negativas que se suelen atribuir al salario mínimo:
- Aumento del desempleo para los que perciben sueldos bajos, ya que los costes de los sueldos más altos incentivan la reducción del número de empleados.
- Aumento del subempleo o de la economía informal, especialmente en aquellos países donde no existe seguro de desempleo.
- Aumento de los precios de los bienes y servicios básicos: gran parte del coste corresponde a mano de obra.
Consecuencias ambivalentes, positivas y negativas.
- Política social.
- Política fiscal.