Así que tenemos un 10% de apostadores que acaban como adictos descontrolados en las apuestas de casino. Pero hay mas, las partes del cerebro que responden a las expectativas de ganar dinero jugando, son las mismas que responden a la cocaína y la heroína. Esto se sabe porque ahora, se puede medir en el cerebro mediante sensores.
¿Cómo reacciona nuestro cerebro a los estímulos?
Los científicos también han descubierto que las actividades del flujo de sangre que llega al cerebro y la electricidad medidas por computadoras neuronales son las mismas para el juego, que las que aumentan con el uso de drogas duras o sexo. Para los drogadictos cuanta más dosis de droga entra al cerebro mas se estimula este. Para los jugadores cuanto más riesgo exista en la operación, mas se estimula este también. El hemisferio derecho del cerebro se excita cuando la dopamina se segrega ante los estímulos de poder ganar dinero por tu acción, la parte del cerebro que se activa cuando se cuentan las perdidas es la izquierda
Con el tiempo el cerebro se habitúa a las dosis y pide más, si no le das mas, para de segregar dopamina y empieza a sentirse uno mal. El proceso acaba, con que ya no te excita tomar drogas o tener expectativas de ganar dinero por tus apuestas. Lo único importante es tener la droga en tu bolsillo, o poder estar sentado en un sitio donde correr riesgos.
Hay dos cosas que todo apostador debe controlar, una es el entorno y otra la motivación. El entorno del casino con sus lucecitas, sus mujeres cañón y sus bebidas baratas, no es precisamente el ideal para que el cerebro no le dé por ponerse cachondo.
El problema de la adicción
La motivación de mantenerse concentrado, estudiando y calculando las posibilidades de conseguir en torno a ese 10% de tiempo, donde se puede tener las estadísticas a tu favor, esos nodos a los que se refería Wyckoff y establecer una estrategia serena del tamaño de la apuesta para beneficiarse de ello, van disminuyendo. Cuando más tiempo estés dentro de la apuesta y cuanto mayor sea el riesgo que se introduce en ella, mas disminuye. Nada es favorable y hay pocas opciones para controlar esto en un casino. Es difícil aislarse del entorno, y más pelear contra ti mismo. Ambas cosas a la vez, es una proeza.
Todo está a favor, para que el cerebro comience a segregar opiáceos como la dopamina y nadie que está a gusto con opiáceos en cantidades significativas, se acuerda que fue allí a ganar, que esa era su motivación inicial.
En la época de Mario Puzzo, nadie le hubiera prestado atención a estas teorías de cerebros traidores. No es hasta comienzo de los años ochenta, 40 años después, cuando la asociación de psiquiatras americanos califica al juego como un desorden de control de los impulsos, algo parecido a ser un pirómano o un cleptómano. Hoy se sabe que va de otra cosa esto de la adicción al juego, es biológica, eso es lo que hace que cierta gente no pueda parar de jugar. Es el mismo proceso que utiliza la cocaína o heroína, pero estas aumentan por 10 el efecto, pero el aumento de la dosis de dopamina en la apuesta aleatoria se consigue con el aumento del riesgo.
Se veía venir, el 20% de las clínicas de adictos a la dopamina de drogas y juegos, está ocupado actualmente por gente que opera con finanzas. Es la detección de un nuevo fenómeno, en el que las operaciones online juegan un papel principal.
Nueva York y Londres, los dos centros mundiales, tienen ya sus clínicas especializadas y adictos convulsivos de bolsa. Estas dos ciudades tienen los centros de operaciones más grandes y concentrados del mundo. Cualquier noche de jugadores anónimos, aparece en Londres un operador o banquero de la City, confesando que ha perdido unos 300.000 euros ese día, operando activos en internet o jugando al blackjack online y pide ayuda. Pero esos son la excepción. Nadie lo admite, se estima que solo el 1% da el paso. Nadie lo admite por orgullo, pero hay otra razón más poderosa, perderían sus trabajos y su tren de vida. Nadie sabe cuántos adictos operan en los bancos de inversión, es un tema tabú. El trading y la inversión en valores para los bancos es algo analítico, un oficio del conocimiento, nada que ver con un proceso realizado por personas y ni oír hablar de lo que pasa con la biología cuando se toman riesgos. Todos se apuntan al tópico de Graham.
" Una operación de inversión es aquella que después de un análisis, promete seguridad y una renta satisfactoria, el resto es de jugadores de casinos. "
Todos son o contratan a analistas e inversores, los jugadores son otros. Si alguien ve la tele y su publicidad, enseguida le caerá un spot de un jugador de apuestas deportivas, que más o menos dice que en cuanto empieza el partido, él empieza a analizar. Solo le falta al anuncio que soltara la coletilla con un guiño cómplice, de que "los que apuestan son otros".
Adicción a los mercados
Costas en su libro "Perro y lobo" describe el proceso desde el interior. Costas fue 13 años trader en Wall Street y ahora trabaja en clínicas para tratamiento de gente dedicada a las finanzas. El explica que convertirse en un adicto biológico a tomar riesgos operando, puede pasarle a cualquier trader. Lo único que diferencia de los adictos en operaciones de bolsa a los del casino, es que mientras los del casino tienen edades entre la adolescencia y la ancianidad, los del mercado de bolsa están entre los 20 y los 40 años. También destacan los financieros sobre los otros por su enorme convicción en que van a ganar dinero, la percepción que tienen de lo hábiles que son y su alta expectación sobre ellos mismos.
Para los otros adictos, como la droga y los casinos, lo primero que llega es la ansiedad y la depresión. Para los operadores de bolsa, son los actos ilegales los que preceden a la depresión. Muchos traders se defienden que es totalmente distinto operar con tu dinero que con el dinero de los demás. Pero algunos confiesan, que lo importante es la excitación de hacer dinero lo que te motiva y también el tener un status en las salas de operar. Eso es por lo que pierdes la cabeza. Así que los problemas de entorno y motivación son los mismos. Difícil permanecer enfocado en ganar cuando llegan tus posibilidades de ese modo.
Los porcentajes son, que el 90% de los operadores de bolsa semi amateurs que operan por internet pierden dinero, similar porcentaje otra vez que en los casinos que era del 85%, de cantidades perdidas pero ahora mas repartido. Los fallos más comunes son:
- Pensar que se sabe lo que se está haciendo, y que no se gana porque no se apuesta lo suficiente.
- El intentar recobrar las perdidas.
- Que no se es consciente que muchas veces se opera bajo efectos de la dopamina.
- Dedicar el tiempo libre a la actividad de estar con los mercados.
Como he nombrado a Graham, y su mandato a los infiernos del casino a los que no operan como él, y por ser él , el responsable del lanzamiento del tópico común de los buffetinos del mundo de llamar ludópatas a los que no están todo el tiempo invertidos ( tiene bemoles el tópico, imagínate a un jugador de casino siempre apostado y chutado , llamando al resto ludópatas), voy a recoger el comentario del especialista Bradley Beach, de la clínica de adicción del Soho en New York.
" El incremento de adictos financieros compulsivos, llegó cuando el mercado alcista explota en el 2007. Hasta ese momento, estaban escondidos, ellos se creían en un primer momento inversionistas y en un segundo, con los resultados a su favor se consideraban genios. La capacidad de entrar rápidamente por internet los convirtió en adictos. Enseguida empezaron a pensar que con más información y análisis podrían operar más y ganar más dinero. Ellos argumentan que su actividad frenética, no supone decir que tengan actividades de adicción, ellos creen que lo que hacen es como cursar una carrera o emprender un pequeño negocio. "
Bueno, ya hemos aprendido un huevo de los perdedores, además no hemos entrado a ningún casino todavía, así que a nada que tengamos cuidado, podemos incluso poner los márgenes de la campana a nuestro lado y beneficiarnos nosotros de inconscientes operadores, que creen tener un cerebro serio y privilegiado porque analizan. En principio no parece tan difícil, conocemos ya la realidad, las reglas, lo que hacen los peces gordos para ganar dinero y como se pierde.
Wyckoff nos daría una o dos palmaditas en el hombro……..
