Llevo un tiempo planteándome los derroteros por los que quiero llevar este blog. Mi principal motivación para crearlo fue dar a conocer que hay mecanismos para despertar, cambiar de vida y empezar a buscar activamente la felicidad en lugar de esperar que mágicamente nos llegue en algún momento del futuro mientras van pasando los años.
Pero una parte del camino, una segunda fase, jugarás a multiplicar tu dinero (no estarías pensando en hacerte rico trabajando, ¿no?) y para eso hay que hablar de inversión, de especulación, de propiedades, de saber qué hacer para conseguir un porcentaje de interés de un 8% (bastante realista) a cambio de asumir ciertos riesgos (o eso o no se gana).
Me costaba decidirme a empezar a orientar los posts hacia ese terreno. Entre otras cosas porque ahora mismo estoy aprendiendo precisamente esa segunda parte y no tengo un dominio fuerte del tema. Pero también porque mucha gente piensa que la especulación resulta "sucia" o "inmoral". Sin embargo hay que verlo así: quien pierde dinero en bolsa ha asumido ciertos riesgos y, a diferencia de la vivienda o de los alimentos, no se encarecen productos básicos. No hay nada malo, por tanto, en ser más inteligente que otros (en ciertas ocasiones) y que ello nos genere beneficios.
Al fin y al cabo no deja de ser un juego lucrativo como otros muchos, pero en el que el conocimiento puede hacer que se comprendan las variables en juego y que, por tanto, se identifiquen oportunidades que se acaben convirtiendo en beneficio. Me gusta pensar que todo esto se parece al juego del dominó o el póker. La gente que sabe jugar bien, acaba deduciendo las piezas o cartas que tienen los demás, simplemente observando lo que hace el resto durante la partida. Observar. Así de simple y así de complejo.
La inversión habla de seleccionar correctamente una cartera equilibrada de acciones para obtener beneficios a medio y largo plazo. La especulación habla de comprar barato un valor o divisa para venderla posteriormente más cara, obteniendo beneficios a medio y corto plazo. En ambos casos debe tenerse muy claro lo que se está haciendo, o fácilmente seremos pasto de los que sí lo saben.
Decía que estoy aprendiendo. Ni siquiera he empezado con los simuladores. Actualmente estoy leyendo dos libros: El inversor inteligente (Benjamin Graham) y Análisis Técnico Profesional (Francisco Llinares Coloma). Intentaré dejar las perlas que vaya encontrándome al respecto en este tema sin descuidar la motivación principal del blog: Despierta.