Las elecciones al Parlamento de Cataluña celebradas en 1984 provocaron un intenso debate sobre las corrientes políticas en nuestro país y también en Europa, ahora que España ya está dentro de la Comunidad Económica Europea (CEE). Uno de los máximos especialistas en este ámbito, Daniel de Busturia, escribió el 22 de mayo de 1984 el artículo Grandes debates en el número 85 de la revista Dinero en el que opinaba al respecto.
Para el escritor, estos comicios habían "reactivado la polémica sobre la inconveniencia de un bipartidismo descentrado y forzado" como el que se vivía entonces en Reino Unido, que provoca que en sus últimas elecciones, el Partido Laborista consiguiese 209 escaños con el 27,6 % de los votos y, en cambio, la alianza Liberal-Socialdemócrata sólo obtuviese 23 escaños con un 24,6 % de los votos (una diferencia de más de 180 escaños para sólo un 3 % de diferencia de los votos).
Para Daniel de Busturia, las últimas corrientes en Europa y también en España estaban demostrando una "sociología de la moderación que está siendo el eje de los comportamientos políticos" en el que se estaban "redefiniendo las alternativas" de un sistema en el que "la hegemonía de los partidos" se asentaba en la "determinación del voto útil".