De los tres grandes valores, el BBVA es el único cuyo ciclo de 40 días se encuentra oficialmente en la fase descendente. Repasando lo acontecido, sólo puedo congratularme del excelente resultado de la posición larga adoptada en el BBVA, cerrada el pasado miércoles tras romperse a la baja la línea horizontal situada en 9,06. El beneficio final de esta operación ha superado el 22%.
Por otro lado, el techo del ciclo se formó justo el día en que la onda sinusoidal había previsto el techo teórico (TT) y sólo después de que el precio percutiese contra el objetivo de subida situado entre 9,37 y 9,80. No puede pedirse más precisión.
Confirmado por tanto el techo del ciclo, cumple ver qué nos puede deparar el futuro. Así, el primer objetivo de caída de la fase descendente, alcanzado el viernes por el precio, se ubica entre 8,79 y 8,70. Un segundo objetivo reposa entre 8,37 y 8,14.
En el indicador de momento hallamos ya una razón para pensar que el suelo del ciclo podría no estar demasiado lejos. En concreto, este indicador dibuja una divergencia inversa alcista (líneas rojas) tras cuya confirmación el precio podría registrar un enérgico rebote.
Del estudio de la onda sinusoidal se desprende que el suelo teórico (ST) del ciclo se prevé para el 30 de octubre. Antes de toparse con el ST, el precio tendrá que enfrentarse a la vibración de Gann capaz de forzar un suelo que figura (ojo con esto) mañana. Dos vibraciones más aparecen respectivamente los días 6 y 7 de noviembre.
Por útimo, para activar una señal de la posible conclusión de la fase descendente del ciclo, el precio debe romper al alza la línea horizontal situada en 9,08.
Permanezcan atentos.