Las bolsas siguen su curso alcista animadas por la gasolina de las inyecciones de los bancos centrales pero parece que esto no funciona de la misma manera en Europa que en Wall Street. Estas últimas semanas hemos estado escuchando declaraciones de diferentes miembros de la Fed (Plooser, Fisher y Lacker) que apuestan por a una retirada del QE de aquí a final de año. El último en sumarse, ayer mismo, al carro del fin de las medidas cuantitativas ha sido Williams de la Fed de San Francisco y los mercados sin embargo han hecho caso omiso de estas declaraciones. No hay ni el más mínimo miedo, por el momento, a que la música deje de sonar lo que hace que la bolsa más alcista siga siendo la americana por mucho que se encuentre en niveles estratosféricos. Hoy además el dato de Confianza de la Universidad de Michigan, en su nivel más alto desde 2007, confirmas estas buenas sensaciones.
En Europa sin embargo el escenario es algo distinto con una semana que tenía toda la pinta de cerrar en rojo pero que finalmente ha sido salvada por el vencimiento de opciones y futuros del Eurostoxx 50 y del Dax que han hecho que vuelva a entrar dinero. Se observan, de hecho, ciertos indicios de que la confianza, que parecía haberse instaurado en los mercados, empieza a flaquear. Uno de esos síntomas, fácilmente observable, es la deuda periférica que se ha estancado y no experimenta ya mejora alguna sino todo lo contrario. Pero hay un comportamiento curioso muy significativo del empeoramiento de la confianza que es la mejora que ha experimentado el Dax, en términos comparativos con el Ibex. El índice alemán representa la seguridad mientras que el Ibex, por el contrario, representa la volatilidad o el ciclo. Hemos podido observar que, desde el 24 de abril, el Dax le ha comido al Ibex 463 puntos de cotización, pasando el spread entre ambos índices de 640 puntos a 175, lo que indica que, aunque continúen las subidas en las bolsas, estamos en un tramo de mayor aversión al riesgo respecto a la media de los últimos meses. Confirma esta teoría también la subida del dólar frente al Euro que hemos visto en la última semana. En general esto no significa que estemos ante un cambio de tendencia sino muy posiblemente ante un momento de consolidación de niveles. En concreto al Ibex le hace falta algo más de fuerza para traspasar los 8.600 puntos que lleva atacando en reiteradas ocasiones durante las últimas dos semanas.