La enorme bajada que está protagonizando el índice de volatilidad se correlaciona perfectamente con la evolución de la renta variable americana, medida a través del S&P500.
El VIX se encuentra en mínimos desde julio (llegó a acercarse a los 50 puntos en agosto), mientras que el S&P500 cotiza en máximos desde el 27 de julio. El hecho de que el VIX cotice por debajo de los 20 puntos le deja un escaso potencial de caída.
Así pues, un alto en el optimismo mostrado por la bolsa americana podría traer un repentino aumento en la cotización del VIX, hasta volver a buscar los 30 puntos. Los futuros del índice cotizan en el entorno de los 22 puntos.
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