Hace algunos meses leí a alguien decir por Twitter algo así cómo.."¿Queréis que cualquier empresa deje de subir? Tan sólo tenéis que decírmelo, en cuanto la compre bajará, sea la que sea", en cuanto la leí anoté la idea para escribir un artículo en un futuro, y ese futuro es ahora presente. Huelga decir que quien escribió esa frase era alguien realmente pesimista, o que estaba pasando por una mala racha en los mercados.
"Si algo puede salir mal, saldrá mal", sería la base de la Ley de Murphy, aunque habría otras frases que también nos darían una idea de los fundamentos de dicha ley, "La probabilidad de que te manches comiendo es directamente proporcional a la necesidad que tengas de estar limpio", "Cuando necesitas abrir una puerta con la única mano libre, la llave estará en el bolsillo opuesto"...etc.
¿Quien no ha estado alguna vez en un atasco con el coche y al cambiarse de cola, en ese preciso instante los astros hacen un complot para con nosotros y nuestra antigua cola coge impulso, comenzando a ir mucho más rápido ahora que nosotros, centro del universo, ya no estamos en ella?
La ley de Murphy se puede aplicar a todos los aspectos de nuestra vida, y es una ley que enfatiza lo negativo, que adelanta los acontecimientos (por supuesto negativos), que denota mucha negatividad y bien podría ser usada por gente bastante pesimista, en el que muchas veces creo que hay mucho egocentrismo y deseo de justificación en ella, ya que nos creemos el centro de situaciones en la que ni de lejos lo somos.
Por supuesto esta ley también es aplicada al trading, a los mercados. Ves a una empresa subir y subir, no para de subir eh, ni sobrecompra ni leches, y piensas "voy a esperar que corrija para entrar, es que más no puede subir", pero qué va, no corrige, sube y sube, un día tras otro...te cansas de esperar la supuesta corrección y piensas "joer, si es que lleva semanas que no para de subir, se ha revalorizado más de un 30% en poco más de un mes, me cansé de esperar, voy a entrar y espero sacarme aunque tan sólo sea un 5%". Te sientas en tu ordenador, calculas cuantas acciones quieres comprar, pinchas "COMPRAR" y sorpresa, los astros, los asteroides de Rusia, los Dioses de todas las religiones se percatan de ello y van a por tí, desde el primer segundo en el que compras esas acciones, de forma inesperada parece que se frena la subida, y tan sólo unos minutos después compruebas estupefacto cómo comienza a caer poco a poco, y a partir de ese mismo instante comienza la corrección que llevabas semanas esperando.
Pero y digo yo una cosa, ¿a nadie le ha pasado lo siguiente?. Analizas el mercado español y lo ves alcista, decides entrar a su vez en la empresa más alcistas de éste, fijándote en Inditex por poner un ejemplo. Decides comprar acciones de la textil y al día siguiente resulta que de los 35 valores del ibex, 34 están en verde excepto una, ¿adivináis cuál? Sí sí, la misma, todas están en verde ¡menos la nuestra!.
Os aseguro que esto es muy frustrante, y creo que a todos nos ha pasado alguna vez. Si a alguien no le ha pasado pienso que ha realizado muy pocas operaciones o que tiene una suerte descomunal. Sin embargo, resulta curioso observar que cuando es al contrario lo olvidamos en cuestión de segundos. Esas ocasiones en las que compramos una empresa y al día siguiente podemos ver cómo están todas las empresas en rojo, excepto la nuestra. Esas situaciones la olvidamos con bastante rapidez de la memoria, es curioso pero así es, y podemos extrapolar este olvido a cualquier situación cotidiana, cuando las cosas nos salen bien y en concreto cuando es por suerte lo olvidamos bien pronto, sin embargo cuando es al contrario... En el caso del póker, para los que jueguen, cuando pierdes con pareja de Ases te lamentas de tu mala suerte, pero fíjate lo pronto que olvidamos cuando hemos ganado yendo por detrás estadísticamente. Tenemos una mente egoísta, preparada para no reconocer los errores, sino achacarlo al infortunio, a la mala suerte, a culpar a un tercero...
Tan sólo me resulta curioso y quería expresarlo con vosotros. Aunque la idea base del artículo es motivar a esas personas, principiantes en su mayoría, que se quejan de su mala suerte, y que incluso se plantean abandonar. Le quería transmitir, que eso es normal, que alguna vez nos ha pasado a todos. Ojo, si eso te pasa casi a diario, tendrías que mirarte bien tu sistema de especulación.
Afortunadamente al final de año si el balance es positivo o negativo no dependerá de la suerte, ni del azar, dependerá de nosotros mismos. A mí me encanta depender de mí, saber que si doy lo suficiente podré con algo, que no dependo de nada más, por eso es otro de los factores positivos que veo en los mercados. Te podrás consolar echando balones fuera, pero pienso que al final del camino, tanto en los mercados como en la vida, todos tenemos lo que nos merecemos.
Por ahora no tengo nada más que decir, tan sólo ¡Suerte en los Mercados!.