Ayer estuve en una presentación de una gestora de fondos de inversión y entre los datos que se dieron al inicio de la presentación, el que más me llamó la atención es que entre inversores institucionales tenemos que más del 90 % de los fondos de pensiones de empleo existentes en nuestro país, invierten casi exclusivamente en acciones del Ibex 35 para la renta variable y en el bono español para las posiciones en renta fija.
El resto prácticamente se indexa a algún índice relevante, tanto europeo como americano, y parece se r que pocas más alternativas de inversión se mantienen hasta ahora en este tipo de vehículos. No deja de sorprender al ser lo mismo que se detecta a pie de la calle entre una mayoría de inversores minoristas.
En cambio, todos sabemos que una cartera que este verano hubiese estado poco ligada al mercado europeo y por supuesto al español, habría perdido muchísimo menos que el resto. Esa es la realidad por el comportamiento relativo de cada mercado en un entorno de crisis muy centrado en Europa.
Para combatir estos movimientos zonales y mantener nuestra rentabilidad riesgo ajustada a largo plazo solo podemos acudir a la diversificación de activos, de mercados e incluso de gestores. Con ello, podemos conseguir reducir la volatilidad total de nuestra cartera y mejorar nuestra rentabilidad global.
En este momento, en una cartera diversificada no nos debería faltar un porcentaje relevante en mercados emergentes, que cada día son menos emergentes y más reales, y en sectores tales como small caps posiblemente fuera de la zona euro.
Para compensar esa cartera podríamos buscar activos más defensivos que nos ofrezcan una mínima varianza al global de nuestra cartera.
En fin, bajo mi punto de vista, hemos de hacer una huida hacia la diversificación que atenúe el día a día de los mercados. Que os parece?