¿Qué demonios va a pasar con los bancos españoles? ¿Hay alguno que diga la verdad sobre su balance? ¿Cómo estaremos dentro de cuatro años? ¿Se los comprará algún inversor extranjero? Si alguien se plantea alguna de estas preguntas este libro le ayudará bastante a comprender mejor lo que está pasando.
Saving the sun es un libro escrito por Gillian Tett, periodista del Financial Times, en el que explica la burbuja japonesa, su estallido y la "no-gestión" posterior centrándose en un banco mediano japonés: el Long Term Credit Bank, que posteriormente sería renombrado Shinsei por sus nuevos accionistas, el fondo de inversión estadounidense Ripplewood capitaneado por Tim Collins y J.C. Flowers.
Lo más sorprendente del libro es darse cuenta de que dos sociedades tan diferentes como la japonesa y la española reaccionaron prácticamente igual cuando el problema se iba gestando: negándolo. Algunas de las frases del libro se pueden aplicar coma a coma al problema que está sufriendo el sistema financiero español: "They say that the problem with Japanese banks is that it is all smoke and mirrors with the accounts. I think it is even worse than that. I fear they don't even know what the problems are themselves." Es más que probable que así es como piensan los inversores extranjeros a los que se les dice que invertir en bancos españoles es "tirar a balón parado".
Es increíble ver cómo los aconteciminetos se repiten una y otra vez: primero lo niegan, luego dicen que lo tienen bajo control, luego se inyecta liquidez para soportar el sistema para ya después fondos públicos con los que reforzar los balances. Más tarde discutimos si hay que dejar caer entidades o no y bla, bla, bla... Sucesivos gobiernos japoneses hablaban una y otra vez de "reformas" (aquí añadimos el término "estructurales") pero en cuanto podían se echaban para atrás: "To [Japanese intellectuals] market reform was associated with bankruptcies and stock market falls, rather than tangible positive benefits."
La principal diferencia entre España y Japón es que el país del Sol naciente tenía su propia moneda y sus principales acreedores eran sus propios ciudadanos. ¿Resultado? Podía hacerle un corte de mangas "diplomático" a los EE.UU., cuando este país presionaba a Japón para que resolviera el marasmo en el que se había convertido su sistema financiero. Con una deuda externa de 1,7 billones de Euros, España no tiene ese "lujo".
Además del relato de la gestión de la crisis, el libro también es útil en cuanto que describe cómo los nuevos accionistas cambiaron la manera de hacer negocios y gestionaron el problema de los créditos fallidos ("Cleaning up bad loans isn't a boxing match. It's a barroom brawl.").
Un libro imprescindible para los que quieran saber más sobre banca y la gestión de sus crisis.