No hace mucho tiempo, antes de ampliar el aeropuerto de Barajas, se consideró la posibilidad de construir un aeropuerto nuevo, suplementario, en Campo real a 25 km de Madrid. Al final, tras una inversión monstruosa, se decidió ampliar Barajas. Con todas sus consecuencias.
En estos años tan convulsos, dos Comunidades Autónomas se aventuraron a construir sendos aeropuertos en Ciudad Real, a 180 Km de Madrid y en Castellón, a 80 Km de Valencia. Ambos aeropuertos podrían perfectamente servir de apoyo a los aeropuertos principales de su ámbito autonómico. Con visión de futuro y una gestión profesional dentro del ámbito operacional de AENA, ambos aeropuertos podrían ser utilizados perfectamente. Pero los enfrentamientos políticos y la iniciativa privada, siempre a base de invertir endeudándose, han decidido cerrar los mismos “sine die”.
Yo, personalmente, no me puedo creer que algo que en su momento se ve viable, con estudios que avalaban su rentabilidad y funcionalidad, de repente y en base a una crisis financiera, pueda llevar a sus promotores y benefactores a clausurar los dos aeropuertos.
Tras la inversión hecha, se deberían de buscar y encontrar métodos operativos para ambos aeropuertos, con visión de f
uturo. No puede ser que estén sirviendo para desplantes y acusaciones entre partidos políticos.
Si realmente, no había base fundamentada para su construcción, los responsables de tal iniciativa deberían de responder personalmente de las decisiones tomadas. Y no dejar ahora a muchas personas contratadas al efecto en una situación tan difícil y kafkiana.
Pero yo sigo pensando que son dos aeropuertos perfectamente viables, con futuro y que lo único que necesitan es voluntad política, ingenio y trabajo.
