
Nos preguntábamos la semana pasada si el S&P iba a poder retomar la senda alcista tras la "remontada" que había protagonizado al aliviarse los temores sobre la inmobiliaria china Evergrande, o si, por el contrario, esta vez iba a ser diferente y los problemas de calado que han empezado a preocupar a los inversores estas últimas semanas iban a provocar una corrección mayor, hasta niveles del 5% o incluso del 10%.
La respuesta a esa pregunta nos la ha dado la evolución bajista de las Bolsas esta última semana de septiembre, que ha llevado al S&P, por el momento, a una corrección del entorno del 5%.
El temor a una crisis energética, que en Europa de momento se manifiesta en forma de subidas extraordinarias del precio de la electricidad, y que en China ha ido más allá, provocando esta última semana el cierre de varias factorías por falta de suministro eléctrico, es una de las causas de ese nuevo descenso en las Bolsas, descenso que en el caso del S&P ha sido del 2,2% en la semana.
El petróleo y, sobre todo, el gas tienen mucho que ver con la subida de la electricidad y en general con la subida de la inflación, que ha alcanzado el 4,1% en Alemania y el 3,3% en la zona euro, niveles no vistos hace veintinueve y trece años respectivamente.
El gráfico que adjuntamos muestra la impresionante evolución de los futuros del gas y del petróleo a partir de diciembre pasado. Los futuros del petróleo (en azul) subieron nada más conocerse en noviembre que había vacunas contra el Covid, descontando una reapertura de la economía global. Los del gas (en rojo) tardaron algo más en reaccionar y fue en abril de este año cuando iniciaron su escalada, que se ha acelerado muchísimo en septiembre.
Se puede ver también que en julio y agosto las restricciones a la movilidad derivadas de la variante delta afectaron negativamente al petróleo y, en mucha menor medida, al gas. Pero a partir de septiembre las subidas vuelven y, además, como decíamos, con mucha verticalidad. El gráfico que hoy mostramos es justo el opuesto al que traíamos a nuestra sección hace poco más de un año y medio, el 9 de marzo de 2020, bajo el título "El coronavirus llega al petróleo". Entonces se aceleraban las caídas y ahora lo hacen las subidas.
Es difícil prever si estas impresionantes subidas pueden continuar, ya que la escasez de suministro derivada de la inversión menguante en exploración y producción de estos últimos años puede provocar efectos inesperados. En nuestra opinión tanto el petróleo como el gas deberían encontrar un cierto techo si se confirma, como parece, la desaceleración económica en China, que sin duda tendrá repercusión en el resto de la economía global. Pero las espirales de materias primas, ya sean al alza o a la baja, suelen ser violentas y no hay que excluir momentos de tensión en las próximas semanas.
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