Buenas noches:
No es que el Estado esté ahí para dar colegio a mis hijos, cuidarme y darme una jubilación, son otras personas las que han ganando trabajando el dinero que yo estaría gastando en todas esas prestaciones. Todo el dinero que yo gasto sin haberlo trabajado, lo ha trabajado alguien que no lo puede gastar.
Pongamos que desaparecieran estos servicios y que nos liberaran de pagar los impuestos correspondientes a la educación y a la sanidad públicas. Con el dinero que les dedicamos, podríamos costearnos esos mismos servicios en el mercado privado (que sería más grande, más competitivo y eficiente) y aún nos quedaría a cada individuo un remanente. Al decir que todos los protegidos por el sistema quedarían automáticamente desamparados, asumes que todos guardaríamos "de manera egoísta" para nuestro consumo este remanente. ¿Por qué?
¿Por qué pensar que la gente que da ahora dinero para obras benéficas y diversas ONG no daría también para sanidad y educación? Por poner un ejemplo, Adeslas podría invitar a sus usuarios a colaborar en un fondo que permitiera a personas desamparadas disfrutar sus servicios. Estoy seguro de que mucha gente participaría a día de hoy (ya se da dinero a entidades como Médicos Sin Fronteras), y mucho más si tuvieran una mayor renta disponible por no pagar sanidad pública.
Y para educación igual: fondos para que el desamparado pudiera recibir estos servicios (en entidades privadas en funcionamiento, como un cliente más); hay que darse cuenta que sólo los usarían las personas que actualmente hacen uso de la seguridad social o el sistema educativo sin pagar por ello (ni alta en la SS ni impuestos de ningún tipo). El resto, los que contribuimos, podríamos obtener mejores prestaciones a mejor precio en el mercado privado, las mismas prestaciones que disfrutarían los beneficiarios del fondo.
Y al que no quiera dar nada, ¿por qué se le ha de obligar? Esta decisión de dar o no dar el dinero que uno ha ganado con su trabajo, ya es una cuestión moral que en mi opinión no debemos imponer a los demás. "Por si acaso en el futuro lo llegase a necesitar" no me parece un argumento válido para quitar a nadie su dinero hoy.
Para las jubilaciones y el paro, creo que tendrían que venir del ahorro privado. Aún así, dado que muchas personas son negligentes a la hora de gestionar sus ahorros, para el caso del paro, por ejemplo, no me parecería mal que fuese obligatorio ahorrar un porcentaje de la nómina (recordemos, aumentada en lo que se deja de pagar para prestaciones por desempleo) cada mes hasta completar una hucha individual de tres o cuatro nóminas, y que a partir de ahí fuese voluntario aportar más. Si una persona se queda sin trabajo, podrá sacar el dinero que haya en esa hucha como quiera, poco a poco o de golpe, sabiendo que cuando vuelva al trabajo si la hucha tiene menos de tres nóminas, deberá volver a aportar hasta llegar a ese nivel. Oye, y si tiene la suerte de jubilarse sin haber hecho uso de ese dinero, ¡se le devuelve todo, que es suyo!
La comparación con el gestor de comunidad de vecinos es en el sentido de que veo más similitudes posibles entre él y el gobierno que entre el mismo y una familia o empresa, no de que deban ser iguales. Y esta comparación, limitada, digo que es "en lo económico (sin defensa, diplomacia, etc.) y con respecto a los ciudadanos (como contribuyentes)".
Un saludo.