Va a haber respuesta por parte de los grandes Bancos Centrales. Apostaría a que va a ser así. Llevamos unas semanas donde hay ya no ausencia, sino abstinencia de catalizadores positivos que sigan tirando de las bolsas, mientras que del otro lado no han dejado de aparecer noticias negativas ante las que el mercado ya ha ido descontando los efectos. Y aquí cabría preguntarse si esos mínimos del lunes representan las valoraciones ajustadas a ese riesgo -y por tanto el nivel hacia el que tenderemos a corto plazo, si no hay ningún factor que altere ese curso- o por el contrario fue realmente un episodio de pánico bursátil lo que presenciamos aquí todos en directo, ante el que las valoraciones se están normalizando.
Yo me decanto más por lo segundo a día de hoy, y creo que la aparición de los Draghi, Yellen y cía será para dirigir un mensaje de calma a los mercados. La volatilidad ha batido algunos registros históricos en estos días, y ya hemos visto las caídas de los índices y la velocidad de las mismas. Caídas del 7% en el Dax o los 1,000 y pico puntos del Dow. Esto creo que les va a obligar a hablar, que no necesariamente a actuar -'whatever it takes' siempre en el recuerdo-.
No descarto, y creo que lo dije alguna vez, que durante esta primera etapa QE el BCE se vea inducido a anunciar ampliaciones, ya sea en cantidad o en tiempo. Quizá incluso una mayor apertura en el criterio de las compras, pero esto ya es mucho suponer. Y por parte de la Fed, retrasar la subida de tipos como mensaje central, y quizá la insinuación sino directamente confirmación, de la levedad en la subida. Y aunque ambas cosas, desde un punto de vista puramente económico no son más que seguir girando la rueda, sacando el dinero de las clases bajas (las que viven de las rentas del trabajo y no del capital, las que tienen el dinero en depósitos al 0,5% y no en high yields al 12%) hacia las clases medias-altas, servirá para meter un poco más de gasolina al mercado.
El problema vendrá si en 2016 la tónica global continúa por el camino que indican las señales. China decreciendo, Europa en deflación, USA retirando liquidez, los emergentes paralizados por el precio de las materias primas, etcétera. El ajuste de expectativas ya hemos visto que puede llegar a ser muy brusco.