El problema del tabaco siempre ha sido las externalidades que produce, en su caso el humo... Hasta ahora prevalecía el derecho del fumador a producir una externalidad sobre otros: más de una vez, en algún restaurante donde mientras comía alguien fumaba, me preguntaba que pasaria si de repente me pusiera a quemar incienso o cualquier otra cosa...¡¡Seguro que me llamarían la atención!!
Ahora que las tornas han cambiado y prevalece el derecho del no fumador, los fumadores (en su mayoría) se rasgan las vestiduras porque se esta coartando su libertad... lo mismo que pasa con la iglesia católica o las discográficas, cuando un colectivo empieza a perder el poder que tenían...