A todo esto, hay que añadir un cuarto poder: los medios de comunicación, que en la práctica no es más que un formidable aparato propagandístico de una clase en la que el sentido crítico, el análisis imparcial y la objetividad han desaparecido por completo, mientras toma su parte de los presupuestos públicos.Como el dinero que da la economía del país se viene corto se ha ido generando un enorme endeudamiento público que pone al país a merced de sus acreedores y absorbe el ahorro privado “obligando" a las entidades financieras a financiar ese endeudamiento, pagándoselo a buen precio, eso si, aunque disimulando su sonrisa.El español medio, un auténtico ignorante político, permite que se utilice su dinero en pagar toda una maraña corrupta que en buena medida está orientada a engañarlo.Nos quieren hacer creer que corrupción es meter la mano en la caja pero no es del todo así, la más importante "tajada" se la llevan: inversiones innecesarias, fundaciones, "observatorios" organismos inútiles, cargos absurdos y redes clientelares, que representan muchísimo más dinero y tienen un objetivo igual de abyecto, muy parecido al robo.El elemento más obsceno de la corrupción del sistema es el manejo de los medios de comunicación públicos y las permanente dádivas a los medios privados junto con la galopante degeneración y uso propagandístico del sistema educativo.Las autonomías no se han orientado a una mejor gestión. Su prioridad es la manipulación de los medios de comunicación y de las mentes vía sistema educativo. En las autonomías más identitarias esto es mucho más evidente: lavado de cerebro a costa de lo que sea.Los costes de todo esto son enormes: un sistema productivo menguante y una productividad estancada desde hace 15 años.España va alejándose poco a poco de los niveles de renta de los cinco grandes de la Unión Europea.La corrupción y la mala gestión se ve a simple vista si sabes mirar.— La carestía de la vivienda,— la alta factura de la electricidad,— la falta de oportunidades,— la inflación de leyes,— la pesada burocracia,— la poca innovacióno— los salarios bajos fruto directo del saqueo.El deterioro de lo que llaman algunos ‘el contrato social’ es ya clamoroso. No existe ya:— igualdad frente a la ley,— protección de la propiedad privada,— ni presunción de inocencia.¡Defender la igualdad frente a la ley llega a ser un acto de subversión!El Estado ya se inhibe de los elementos más elementales de los principios de toda sociedad y se preocupa solamente de sí mismo y de cómo distraer a los aún crédulos, mientras se va apropiando de sus bienes.La ecología, la desigualdad, el feminismo, las acusaciones de fascismo,… no son más que cortinas de humo que intentan generar una respuesta emocional y, por tanto, irracional.Se evita un análisis racional y por eso llenan las televisiones de fantasmas, verduleras y gañanes que se desvían poco del insulto y el juicio de valor. El análisis racional ha sido totalmente desterrado, ni un solo intelectual tiene hueco ya en los medios.Si queremos encontrar un modelo o algo similar a la España actual solamente hay que mirar a Argentina. Si no estuviéramos en el euro los niveles de inflación serían galopantes.Así que aquí estamos, hasta que no nos sacudamos a esos parásitos de encima seguiremos en una sociedad mediocre, irrelevante y continuará el deterioro económico y moral".