Sr. Rajoy, soy el representante de los fondos de inversión y otros inversores que hemos invertido en la deuda de su folclórico país.
Ya sabemos que a Uds. lo que les va es la fiesta y trabajar poco.
Como inversores, o prestamistas, como ud. lo quiera llamar, llevamos muchos años observando el devenir de los gobiernos y el estado de sus cuentas.
Pues bien, creemos que cuando salieron de la dictadura, con un déficit sobre PIB del 7 %, se merecían un voto de confianza, aunque sabíamos que vendrían años de expansión y alegría, como así ha sido.
También, como todos sabemos, los gobiernos, al igual que los ciclos económicos, se alternan. Los ciclos están, como las olas, para surfear cuando son buenas olas, y para capearlas cuando son peligrosas.
En los últimos 4 años anteriores a su gobierno, aunque las olas eran para salirse del agua, en su país no se quiso hacer caso de la situación ... rescantando a otro país como Grecia y Uds., ni reconocían que estaban en crisis. Lamentable y patético.
No solo no tomaron medidas para evitar nuestra desconfianza, bien mostrada en mediante la prima de riesgo, sino que desde 2008 a 2012, la deuda se incrementó de cerca de 350.000 millones a 950.000 millones, una barbaridad.
Como Ud. sabe, tuvimos que obligar a su anterior presidente, a firmar el supuesto rescate de los bancos (que realmente fue al Estado, ya que eran ellos los que compraron su deuda cuando nosotros nos negamos) y a pedirle que dimitiera 4 meses antes, porque era incapaz de afrontar una realidad que ni quería reconocer.
Nuestra presión lógica, no vamos a renunciar ni a nuestros intereses ni a nuestras renovaciones de préstamos semanales, le hace a Ud. tomar decisiones que, nos consta, ni le gustan, ni Ud. pensaba que las tendría que tomar y que, probablemente, le hundan políticamente.
Pero, sinceramente, nos importa poco. Uds., los políticos, buscan el poder, y lo consiguen vendiendo derechos, infraestructuras y estados del bienestar. Hacen que su sociedad, su pueblo, se crea que puede vivir del cuento, por encima de sus posibilidades, que se puedan jubilar ganando más que trabajando .... pero todo con NUESTRO DINERO.
Pues bien, quiero que sepa, que como representante de sus prestamistas, de los que pagan sus nóminas, sus pensiones, sus subsidios de desempleo, NO LE PERMITIMOS que destine ni un euros más a nada que no sea demostrarnos que puede reducir el déficit y cumplir con sus compromisos de pago: los intereses y las renovaciones.
Sé que es duro, pero los dueños del dinero que han gastado somos nosotros, y por muchos derechos que se quieran vender, o políticas de expansión (ayudas a sus amiguetes como ha sido siempre) no vamos a permitir que siga despilfarrando nuestro dinero.
Equilibre el presupuesto, si puede, y nos plantearemos bajar el tipo de interés para darle un poco de oxígeno.
Ah, y no olvide, que cuando se pide dinero a otros, es para invertirlo en políticas rentables que permitan devolverlo, no en infraestructuras ruinosas, infrautilizadas, planes sin sentido, etc. etc. etc....
Afectuosamente,
El representante de los que le tienen prestado 937.000 millones de euros.