A la manera de los romanos, mientras los bárbaros derriban la puerta nosotros nos entretenemos con el circo de la corrupción, que es en mi opinión un problema muy secundario.
Hay tanta pasión y tanta indignación con el tema de la corrupción, que resulta difícil establecer unos parámetros reales sobre la magnitud del problema que en opinión de muchos y perplejidad mía es el principal de España. Voy a abandonar un momento el tema del petróleo para intentarlo, a sabiendas de q...