Sigo en Twitter a un inversor francés. En una de sus publicaciones, a finales de 2017, descubrí Oeneo. La empresa acababa de presentar un informe en el que anunciaba una mejora en sus resultados, pero, inexplicablemente, la cotización no sólo no subía, sino que caía. Por aquel entonces, su capitalización en bolsa ascendía a 665 M€.
Para algunos será una vieja conocida, pero para mí, que no soy más que un recién llegado, supuso un nuevo hilo del que tirar. No soy ningún experto en ...