A primeros de noviembre de 2016 me propuse construir una cartera modelo de contado [1]. Mi cartera de acciones, vaya. Pero con una peculiaridad, quería manejarla como lo haría un gestor de cartera. Nada de experimentos a la hora de seleccionar las empresas, bastante coraje, resiliencia ante el dolor y mucha templanza.
Hice algunas operaciones puntuales a lo largo de lo poco que quedaba de 2016, pero no empecé a montar la cartera propiamente dicha hasta principios de año, que es cuando cons...