No sé si fue hace 6 o 12 meses en la revisión periódica de mi hijo menor (3 años recién cumplidos) cuando la enfermera nos dijo que nos recomendaba que le vacunásemos contra la varicela, que ya había vacuna. Yo le pregunté, ¿y qué hay de malo en pasar la varicela?, ella contestó que en algunos casos, especialmente cuando tienes cierta edad se puede complicar (yo la tuve a los 16 años, y me pasé 2-3 días con algo de fiebre y nervioso de picores, pero, eso fue todo) y que pobrecitos, por qué iban a tener que sufrir los niños si ya había un buen y seguro remedio.
Cuando contesté que también algunas veces las vacunas producen reacciones se salió por la tangente de las estadísticas. Convencí a mi mujer, sin tener que insistir mucho, para no vacunarle, me parecía una chorrada, era meter cosas extrañas en el cuerpo del niño para evitar una enfermedad muy menor (no tenía constancia de los problemas con las vacunas que denuncia Francisco hasta hace 1-2 meses). Mi hijo contrajo la varicela hace mes y medio, sin mayores complicaciones, es más, fue muy leve.
Pues en la revisión de los 3 años a la que fue mi mujer sóla, la enfermera erre que erre, y cuando mi mujer le dijo que ya la había pasado, y que fue bastante leve, la enfermera insistía en que aún así se la pusiera, por si se le reproducía más fuerte en el futuro... dice que se han dado casos. Mi mujer le dijo que no y que no insistiera.
A todos o casi todos los padres nos es muy difícil negarnos a vacunas de enfermedades serias, a pesar de la información que nos proporciona este blog. Nos llevan domando muchos años. Pero, que se inventen vacunas para enfermedades como la varicela y que las enfermeras te las vendan... suena a timo.