Hola, no comparto del todo algunas opiniones.
Por experiencia propia, y de compañeros cercanos, el empezar como agente exclusivo, a la larga, puede suponer empezar dos veces. La primera, como agente exclusivo, y la segunda, si en el futuro decides que tu negocio necesita reconvertirse en correduría de seguros, o agencia vinculada, o lo que sea, y te encuentres con la oposición de la aseguradora inicial. Algunas compañías se oponen a ese cambio de estatus, y con la legislación actual y los tremendos contratos de agencia exclusiva que se firman, puedes acabar perdiendo los derechos de las pólizas que hasta la fecha hayas mediado. Claro que depende de las aseguradoras, no todas actúan igual.
Desconozco las dimensiones de vuestro negocio familiar, y si te vas a dedicar en exclusiva al área de seguros. Pero partes de algo que mucho nóveles no tienen: clientes potenciales a los que ya conocéis, y que ya confían en vuestro negocio en aspectos muy sensibles (laborales, fiscales).
Si en vuestra asesoría pensáis en seguros como actividad complementaría, sin plantear una inversión inicial (póliza RC, formación, software de gestión, dedicación exclusiva del director técnico, etc) además de agencia exclusiva o vinculada también podrías plantearos ser auxiliares asesores de una correduría. Como el contrato con ésta sería más bien entre "dos iguales", puedes negociar algo su contenido, reservándote el derecho no de la cartera, pero si contemplando una fórmula por si en el futuro quieres dejar de ser auxiliar para ser mediador. Lo difícil: seleccionar la correduría... e igualmente te tendrás que formar (nivel B como mínimo, yo directamente iría a por el A).
Si vuestra empresa familiar tiene capacidad para asumir las inversiones iniciales y la formación, y tienes claro dedicarte en exclusiva a la mediación de seguros, personalmente apostaría directamente por la correduría de seguros. Así lo hicimos en casa hace unos 10 años (antes agencia), y no me arrepiento de haber dado el salto, pese a las trabas iniciales de nuestra compañía.
Por cierto, no entiendo por que se "recrimina" a un emprendedor que valore "las comisiones". Se puede trabajar con una completa orientación al cliente, al mismo tiempo que se analiza, de forma seria, la viabilidad de un negocio. Y los ingresos, junto a los gastos,son un factor, no ya importante, si no vital para no darse de morros a la primera de cambio (delabotaempinar ya apunta la necesidad de tener un plan de negocio). ¡La profesionalidad no tiene por que estar reñida con una buena gestión empresarial!
Salut! y perdón por la extensión.