Muy interesante, como siempre.Un apunte.Cualquier gestión pública, supuestamente gratuita, carece de cálculo económico. Así, si se elimina el sistema de precios, se eliminan las señales que indican la escasez/abundancia de cualquier bien. Y sin esas señales no hay información sobre dónde hay que aumentar o disminuir la producción o gestión de ese bien.Cualquier cosa, aparentemente gratis se usa indiscriminadamente, y esa gratuidad aporta la apariencia de estar ante un bien no económico, que por definición es aquel que es escaso.A todo ello hay que añadir la llamada "tragedia de los comunes", lo que es común, o público, no es de nadie, y se depreda hasta agotarlo. No es casual que se extingan las especies animales de gestión pública, elefantes, leones, etc, y jamás lo hagan las gallinas o el resto de animales domésticos. Hay una adecuada gestión y asignación de derechos de propiedad privada, institución que surgió de forma espontánea y evolutiva, sin el concurso de ninguna mente centralizadora, como el lenguaje, el dinero o tantas otras, como mejor sistema de gestión de los recursos escasos.Todo esto viene a colación del principal problema que se pretende evitar en este caso: el colapso de la sanidad Pública, Y ello es imposible que deje de suceder mientras siga teniendo este caracter y esa gestión que no es de nadie, además de su supuesto carácter gratuito.No escasean los zapatos, los alimentos, las televisiones, etc, nada que sea de gestión privada, dónde alguien, como dice Nasin Nicholas Taleb, se juega la piel, "skin in the game".Escasean o sobreabundan, es decir no se ajustan a las demandas de los ciudadanos, los carriles de las carreteras públicas en los puentes o vacaciones, los recursos sanitarios, el espacio para tomar el sol en una playa, los resultados adecuados y contrastables en educación, últimamente muchas medicinas, etc.Usted puede contratar miles y miles de personas que se encarguen de la limpieza de su ciudad, pero jamás conseguirá una limpieza igual a la del pasillo de su casa, ni será si quiera similar a una "calle privada" de cualquier centro comercial, dónde con un par de personas suelen relucir a diario.Mientras la sanidad siga siendo pública, y engañosamente gratuita, en manos de los políticos, y es así ya en casi todo el planeta, estos excesos de demanda serán incontrolables e imprevisibles. Y seguirá muriendo gente que con una adecuada gestión se habrían salvado.Solo nos queda disfrutar lo votado y de la alienación provocada por el adoctrinamiento educativo estatal.