Siendo esto tremendamente lamentable, muchísimo más lo es que conforme sólo una mínima parte de la inmensa bazofia que tenemos incrustada en nuestra sociedad, desde los más altos niveles de gestión pública (políticos, económicos, bancarios, etc.) hasta los mindunguis que les rondan.
Es una "gangrena" que veo muy difícil de quitar por tan instaurada como está y porque quienes pueden y deben poner coto a tanto robo del dinero público no lo hacen.
En España, ya sabemos que la corrupción -de no pocos- que deberían gestionar bien el dinero que les ponemos en sus manos, no pasa factura electoral. Porque si la pasase, con la ley electoral que tenemos, se quedaría el Parlamento vacío.
Las voces autorizadas que dicen, con la boquita bien pequeña, que quien la ha hecho, que la pague... que cada uno aguante su vela... que hay que vigilar, dentro de cada partido político, los signos externos de riqueza desmesurados de sus componentes... y bla, bla, bla, no se lo creen ni ellos.
Así que, como esto no lo va a remediar nadie, el español de a pié, el de buena fé, seguirá pagando con sus impuestos los servicios que reciben, la gestión del Gobierno, de su autonomía, de su localidad, los sueldos de quienes se lo gestionan... hasta aquí, correcto. Y, además, subvencionar los despilfarros, las veleidades, la vida de altos vuelos, las orgías de todo tipo, los patrimonios inmorales acumulados, los robos a mansalva, tanto enriquecimiento ilícito, sus sobresueldos y pensiones indecentes y un largo etc.
Es el calvario que arrostramos por tanto indecente y tanto ladrón como tenemos en las poltronas, sillones, sillas o banquetas del poder y la gestión pública.