Me sumo a los comentarios realizados aquí. Me sorprende la temeridad de femorenoga. Bueno, en realidad no me sorprende, porque últimamente este comportamiento está a la orden del día en las subastas. Quizás por la aparente facilidad de participar vía electrónica. Aunque esto es muy aparente, pues la participación electrónica tan solo facilita el momento de participar en el acto de subasta, pero no cambia nada del resto: estudio de cargas previas, situación arrendaticia, ocupantes, valoración del bien a precio de mercado...
Mucha gente parece que piensa que por el mero hecho de salir un bien a subasta, va a ser un chollo sí o sí, cuando en realidad la mayoría de subastas tienen tasaciones hiper infladas y deudas astronómicas, no interesando para nada participar.
Recuerdo que cuando empecé a participar en subastas, me leí de cabo a rabo este blog y varios libros, y sólo cuando después de esto no entendía algo, lo planteaba en este blog. Normalmente siempre salía alguien a contestar (con mucha frecuencia, el mismo Tristán, que ha demostrado su enorme generosidad con todos).
Aún así, antes de participar en mi primera subasta, pagué a un profesional para confirmar que mis estudios eran correctos y no iba a cometer ninguna gran cagada. Lo que pagué fue una verdadera miseria en comparación con el dinero expuesto.
En fin, repito: me resulta absolutamente inconcebible arriesgar tanto dinero sin informarse antes (bien personalmente o bien a través de un profesional).
Ya se ha comentado en este blog, pero es muy habitual ver precios de remate en subastas superiores a los precios de mercado. Si esto no es una burbuja, que venga Dios y lo vea...
Yo, de hecho, hace tiempo que apenas participo en subastas.