Joer Tristán, marino mercante en zona de guerra. Así, cualquiera: una subasta te parecerá una reunión de monjitas ursulinas que toman té y pastas, y un lanzamiento el berrinche de un alumno que pierde un lápiz. Te imagino con pecho tatuado y un bichero mirando al LAJ. Así te va tan bien en todas las subastas. ;-)