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poco antes de entrar al recinto, ADICAE supo que CaixaBank había recibido “delegaciones caídas del cielo”
Una vez dentro del recinto un grupúsculo de unas 40 personas se encargaron de que la asamblea no se desarrollase democráticamente. Estas personas, presuntamente afectadas por participaciones preferentes, se dedicaron durante las más de 2 horas de duración de la asamblea a torpedear el desarrollo de la misma, con pitadas continuadas e impidiendo a más del 90% de los presentes –aproximadamente 600 obligacionistas- que conocieran realmente sus derechos y cómo ejercer su poder en una asamblea de obligacionistas.
que la mayor parte de los asistentes ni siquiera pudieron enterarse de que, si no votaban, esto contaba como un voto a favor de CaixaBank. ADICAE, cuyos técnicos aglutinaban mediante delegaciones de voto a más de 60.000 obligaciones,
informó a decenas de afectados por participaciones preferentes que, enojados ya que el mencionado grupito no les dejó ni conocer ni ejercer sus derechos, se acercaron a nuestros técnicos preguntando cuáles eran y cómo llevarlos a cabo pero, desafortunadamente, no fueron suficientes para ‘tumbar’ las propuestas de CaixaBank.
Respecto al grupúsculo alborotador se trata, lamentablemente, de posibles afectados que, en muchos casos, no conocían el funcionamiento de una asamblea de obligacionistas ni qué poder de decisión tenían en ella.
al salir del recinto, se pudo comprobar cómo, en una reunión callejera improvisada y paralela, incluso hacían publicidad de un despacho de abogados.