De Franco, como persona, no se puede hablar bien. Acabada la guerra civil se comportó como un monstruo enloquecido, firmó sentencias de muerte diariamente durante lustros y hasta prácticamente su muerte firmó alguna que otra, permitió una represión tan feroz que alcanzó a casi toda familia en España, ciudad por ciudad, calle a calle. Por eso, las cicatrices de esa guerra aún no están curadas.
Las cárceles estaban llenas, las personas morían de hambre, los ajuste de cuentas y rencillas personales se saldaban con crueldad mediante denuncias políticas. Hasta acabados los cincuenta, la pesadilla pudo cobrarse más de millón y medio de muertos entre contados y no contados, mucha injusticia, mucha miseria y muchas lágrimas.
Otra cosa fue la labor social de sus tecnócratas de neto corte ortodoxo y fundoacadémicos (jesuitas, Opus Dei...) que, junto a medidas de carácter nacionalsocialista, consiguieron unos resultados tan humanos y eficaces que fuimos la envidia USA y gran parte del planeta, esos resultados son los que ahora están desmantelando estos desalmados políticos que nos gobiernan, perfectamente legalizados en una democracia tan viciada como ellos.
Nos están vendiendo y seguimos acudiendo a las urnas, seguimos dándoles autoridad legal en vez de patearlos. Así no hay remedio. Uy, perdón, que me fui del hilo.
Te acabo de resumir unos treinta volúmenes de la historia reciente de España :)