El Banco Central de Chile es un organismo autónomo y de rango constitucional, de carácter técnico, con personalidad jurídica y patrimonio propio, cuyo objetivo pasa por velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos en Chile. Para cumplir con sus objetivos tiene diversas atribuciones en materias monetarias, financieras, crediticias y de cambios internacionales.
El Banco Central de Chile fue creado a través de un decreto ley: el Nº486, del 22 de agosto de 1925, con el gobierno de Arturo Alessandri. Fue abierto al público por primera vez el 11 de enero de 1926. Quedó sujeto a la fiscalización general de la Superintendencia de Bancos, creada a través de la Ley General de Bancos, mediante el decreto ley Nº 559 del 26 de septiembre de 1925.
En 1975 se reordenaron sus funciones. Le quedó prohibida la concesión de financiamiento tanto tanto al sector público como al privado no financiero, lo que le permitió concentrarse en su propia función: la estabilidad financiera y macroeconómica.
El objetivo principal del Banco Central es velar por la estabilidad de la moneda y el normal funcionamiento de los pagos internos y externos. Para ello, se le atribuye la regulación de la cantidad de dinero y crédito en circulación, la ejecución de operaciones de crédito y cambios internacionales, como, asimismo, el dictamen de normas en materia monetaria, crediticia, financiera y de cambios internacionales.
También tiene la exclusividad a la hora de emitir billetes y acuñar monedas.
Breve resumen de sus funciones:
