Re: Madre solo hay una...
¡Buenas noches!
¡Feliz y Santa Navidad, Don Gato Muabdi!
¡Cómo te gusta "liarla"! Lo que dije, digo y sigo diciendo fue, es y será lo siguiente:
"no por muchas imágenes se reza más o te acuerdas con mayor frecuencia de Nuestro Señor, ni tampoco se necesitan para estar en gracia de Dios o seguir sus preceptos; mas sí es cierto que ayudan a tenerle presente en el día a día". Así que coincido con el águila, antes vaca, antes "pato 22". (Ella me entiende)
Tampoco dije que por no tener imágenes se rece más o que no se necesiten para rezar, porque habrá personas que sí las necesiten, igual solo para concentrarse más en lo que están diciendo, pensando, meditando, imaginando, pidiendo, agradeciendo, etc.
En mi caso, desde luego que sí las tengo en mi casa y llevo conmigo, siempre puesto cerca del corazón, el Escapulario del Carmen, heredado de mi madre (y esta, a su vez, de la suya, mi querida abuela). Cuando Dios se acuerde de mi, confío en que mi hija, la mayor, también lo lleve con el mismo amor, respeto y devoción a la Santísima Virgen que hicimos las tres generaciones precedentes. Ninguna de nosotras se llama Carmen. ;)
Como decía Karli, en ocasiones, las devociones a determinadas advocaciones marianas son solo fruto de tradiciones; en otras, tradición y fe se unen y complementan. Me da que Doña Karlicones y yo somos de este segundo grupito de creyentes practicantes. La tradición sin fe, puede llevar a la superstición, al fanatismo, a la idolatría como la que se practicaba con el "becerro de oro" que comentabas hace unos cuantos mensajes.
Quienes poseemos imágenes y ante ellas, rezamos a Quienes representan, no somos comparables a aquéllos que idolatraban al becerro, estimado Muabdi. Una actividad no tiene absolutamente nada que ver con la otra.
No ataco a quienes piensan diferente, pero si hay que corregir los errores de los demás, permitiré que me salga la profesión por los poros y con el debido respeto que me merecen esas personas, como personas que son, les corregiré con sumo gusto, sin que tenga que sentar precedente, que os veo venir. Quien equipara imagen y persona (Dios, Virgen, santos) no lleva razón y quien olvida la fe, amparando su amor por las "figuritas" basándose solo en la tradición, terminará por adorar ídolos de barro, de oro o de papel.
El criterio, suele decir Karli, que ha de estar bien formado, como la conciencia. Si alguien permanece en su opinión y esta es equivocada, fundamentada en un criterio erróneo, ilógico, absurdo, irreal, incongruente e inconsistente, nunca jamás saldrá de su error. Es conveniente hacerle ver con caridad (delicadeza, respeto, afecto, cariño, amor), dónde, por qué y cómo se equivoca. Recuerda las palabras de San Agustín: "Ama y haz lo que quieras: si callas, calla por amor; si gritas, grita por amor; si corriges, corrige, por amor; si perdonas, perdona por amor. Exista dentro de ti la raíz de la caridad: de dicha raíz no puede brotar sino el bien (San Agustín)"
No es necesaria una gran formación teológica para entender a Dios, con amarle basta, a Él y al prójimo. La corrección del error del prójimo es/(debe de serlo) una muestra de amor. Me emociona la biografía de Santa Teresa del Niño Jesús, Doctora de la Iglesia, y ya ves, ni pasó por la Universidad. No hablo, pues, de criterios académicos, pero "la cerrazón en la sinrazón lleva al error irracional". En este país veo poco raciocinio en lo referente a Fe, Religión, costumbres y prácticas religiosas y hasta ahí puedo leer y quiero escribir.
Un abrazo
La cultura es la llave de la vida.