Al punto uno, llevo meses diciendo por varios hilos catalanistas que todo me sonaba a un déjà vu, algo ya muy visto y mamado en mi tierra y que no condujo a nada, con lo cuál, imaginaba que estos movimientos de distracción de lo que importa, tampoco iban a llevar a nada.
No voy a cejar en el empeño de decir que los vientos se han sembrado en ambas direcciones, buena soy yo para callarme y más aún en este tema, sufrido en primera persona, en personas de la familia, en gentes varias demasiado allegadas como para recular a estas alturas.
El tema está en que la cosecha de unos y la de otros va en direcciones tan divergentes que no tiene ni sentido hablar de sentarse a hablar, porque para hablar lo primero que hay que tener es ganas de dialogar, de llegar a conclusiones favorables para ambos y eso ni existe, ni se le espera, por ahora.
Lo primero, cambiar la Constitución, porque sin ese paso previo, sentarse a charlar es una pérdida de tiempo. O estás dentro de la ley o estás fuera. O estabas con los que mataban o estabas con los que morían. Es un paralelismo muy ad hoc, si se comparan las dos CCAA, a las que hago referencia. Las medias tintas no han servido nunca: No vale decir allí una cosa y en Madrid otra. Nunca funcionó.
Veamos quién amenaza primero. Analizando que es gerundio. Yo no puedo hacer un sinpa en mi comunidad de vecinos, segregarme, secesionarme y comenzar a aplicar mi propia ley de la prop horizontal. Si amenazo con escaquearme de pagar la cuota que me corresponde, independizándome en la República Bananera de Mi Piso, lo lógico y normal es que los demás, el resto, me amenacen con aplicarme todo el peso de la Ley y si también me paso la Ley por alto, lo siguiente es embargar mis "presumibles" derechos, que solo veo yo.
También te digo que si no se sacaron los tanques en mi tierra con todo lo que desgraciadamente aconteció, dudo mucho que se vayan a sacar ahora, con la campaña de cava a la vuelta de la esquina. Seamos realistas, el victimismo aflora enseguida, en cuanto rascas un poquito y tampoco sirve para nada.
Lo único que entiendo es que unos quieren a España, Una, Grande y más o menos Libre (en Europa hablar de libertad plena es un apotegma muy bonito y sonoro, pero que no llega ni a la categoría de universal. Otros, sin embargo quieren a la Península Ibérica en trocitos, Portugal, Andorra, Gibraltar, Galicia, Euskadi, Catalunya, etc. Creo que hasta los de Villarábanos de Abajo también están exigiendo sus Estatutos de Autonomía, ;-)
¿Así pretendemos que a España se la considere una patria fuerte, con visos futuribles de potencia económica en Europa, una gran nación unida y amigable? ¡¡Pero si damos la sensación de no entendernos ni entre nosotros, como para entendernos con los demás!!
Un abrazo de ideas demasiado claras
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.