Inflexión ya.
¡Buenas tardes!
Como puedes observar sí que leen, no puedo atestiguar que se lea todo, porque no estoy en sus ojos, pero una línea de vez en cuando sí, he he he.
No necesito comprobar lo escrito por quien no pensaba leer tu hilo, porque ya lo hice en su momento. Lo que pensé prefiero guardármelo para mí, ;-)
Considero que si no me interesa lo que un forero escribe, sea largo o corto, con pasar al siguiente post (o forero) es suficiente. No es estrictamente necesario ser desagradable (o en este caso, desagradecido). Pero obviamente, tampoco estoy en esas mentes, así que no puedo darte sus razones. Igual se las podrías haber preguntado a quien lo escribió, a ver qué te contestaba, XP
Normalmente contesto a los mensajes mientras los voy leyendo, por esa razón a post ladrillo, suele corresponder respuesta karliconiana ladrillo y a post cortito, pues lo lógicamente correspondiente; otras muchas leo todo y luego contesto y sale de un tamaño medio. Solo a ti te recomiendo sin haber leído previamente, porque en un 90% de las veces, suelo compartir lo que escribes, salvo cuando posteas alguna noticia del gobierno, porque no me suelen gustar, me ponen nerviosina, XDDDD
Preguntas al aire "¿con esa gente qué buscas?" Pues lo que soy yo, sinceramente, nada. Antes me tomaba el esfuerzo de entender a los participantes de esta vida virtual, a todos. Hoy en día, paso bastante de lo que no capta mi mente. No me suelen aportar nada y no me merecen la pena, ni el tiempo, ni la dedicación, ni el calentamiento global cerebeloso, jajaaaa
Bueno, que la situación esté malita no solo depende de la cuantía de la deuda, también apuntaba en el otro post que un gobierno no solo tiene que poner parches, hay que inflar la rueda después y no parece que lo esté haciendo. De ahí que no entendiera lo de la prima.
Que sean los otros los que se tienen que apretar el cinturón una y otra vez, es la misma cantinela de siempre, Mua, a ellos nunca les toca. El sistema "pos-sí" (más que Ponzi), pues emito y tapo, emito y tapo hasta que un día toque a devolver y no haya de dónde sacar, es catastrófico y nos lleva a eso, a la catástrofe.
Desde mi punto de vista no han recortado todo lo recortable y ahí radicaba hace casi dos años mi miedo. Sacar las tijeras puede que llegue a entenderlo, pero siempre y cuando se esté haciendo algo más por recuperar la Economía, incentivar el ahorro, no ahogar a los ahorradores a impuestos de todo tipo; llevar a cabo políticas que ayuden al empleo, a encontrar el primer trabajo. Es tan absurdo hacer que los mayores trabajen más años y que cada vez haya más jóvenes sin poder incorporarse al mundo laboral... ¿Hasta cuándo?
Creerás que exagero con lo del contenedor, no quiero escribirlo aquí, porque se me antoja muy dura y ya paso mucho de comentarios de trolls lectores, pero un día que hablemos por teléfono, te diré la experiencia que tuve que vivir el otro día. Por eso te escribí que se me cayó el alma a los pies. :-((
Y sí, está cada vez más vacío porque se aprovecha todo.
En cuanto a lo del "¡PUM! ¿y luego qué?", es lo que fomentaba mi miedo y pesimismo. Es como si te vinieran dudas existenciales de qué vendrá después de la muerte. No sé si me explico: Veía y sigo sin borrar de mi mente la idea, de una muerte estatal, a nivel económico -arrastraría a otros niveles, obviamente, sanidad, educación, turismo, inversión extranjera, huída del capital medio... ¿Y luego, qué?- me preguntaba. Al no encontrar una respuesta digna, me entraba el agobio y no podía compartir tu optimismo. Y sigo sin compartirlo, aunque deseándolo como no imaginas.
"Cuando el capital no produce lo suficiente para comer, es comido", otra de las frases de mi "Trader" favorito, q.e.P.d. Comido a gastos, comido a impuestos, comido a escondidas, devorado. Si él no se cubre a sí mismo, no podrá pagar sus impuestos. Encima, seguimos empobreciendo al españolito medio, ¿a dónde va el país? Me resulta tan terroríficamente evidente. Si te acuerdas, en aquella conversación sobre Val. Satán, te lo auguraba. Sigo pensando lo mismo, y mira que han pasado unos añitos ya...
Efectivamente, me consta el estado de extrema pobreza de aquí al lado. Ese que no cuenta con poder sacar más partido a lo que no poseen. El consumismo se acabó -en líneas generales porque siempre hay excepciones a la regla- pero para convertirse en consumación de la clase media acomodada, que ha pasado a ser necesitada... Ellos también. Se suman a los que ya había. En esto, se suma con cierta indiferencia gubernamental. Restar derechos, eso también lo hacen muy bien. Y olvidar promesas, obligaciones, responsabilidades...
Lo que no encuentran, ni mal ni bien, son soluciones. Quizá sean demasiados problemas, demasiado grandes.
Mira, ni he visto fusionar ayuntamientos, ni he visto ninguna medida reductora de beneficios personales y privilegios de alto standing. Pero chico, es que como tampoco los esperaba. ¿Acaso confiaste alguna vez en ellos?
De aeropuertos mejor no hablamos, que nos pilla cerca. También nos pilla muy cerca, incluso más, Ciudades que hacen aguas a cambio de un presunto turismo cultural y científico. La cifra es escalofríante, me refiero a color rojo con 10 dígitos. Pues eso, escalofríante. Eso no se pone en verde pero ni con brotes pintados por encima.
Lo de cambiar de país, pues sí y no. Depende de a qué país, evidentemente. Al que yo podría ir sin problema alguno, casi que no me compensa. El poder adquisitivo se transforma en imposible sin trabajar o sin hacer que el capital haga milagros, que no los va a hacer allí mejor que aquí, te lo aseguro. Tengo las dos opciones abiertas y comparo a fin de temporada. Pues va a ser que no, puedes creerme. Ahora ya nadie da duros a cuatro pesetas.
El tema del oro, ese ogro desconocido porque muchos olvidan su pasado y la memoria histórica la difuminan a su antojo, me hace recordar, -por eso saqué el tema-, a unos años del pasado, que quisiera enterrar pero no me dejan, una situación dantesca vivida por personas cercanísimas. ¡Ay, las alianzas de oro, amigo, quién las tuviera! Algunos las donaban por el bien de la nación nacional -no es redundante en este caso-, otros las "donaban" por la fuerza bruta.
Y es que, de alguna manera, desgraciadamente se reviven historias relatadas -sentados sobre los fardos o pacas de paja en el pueblo de mi abuela-. Parecían historias inventadas, como pequeños cuentos para no dormir, que mantenían tu interés hasta el final, porque escuchándolos, mirando fijamente a los ojos del orador/a, veías verdad, sufrimiento, ganas de que no volviera a ocurrir... nunca... Ahora, digo, ver los carteles de "compro oro" avivan el fuego de su mirada, ojos negros, penetrantes, de contorno arrugadito...
Solo han pasado dos generaciones, es muy poco. ¿O es mucho? En lustros, quizá los mismos para que esto se de la vuelta definitivamente, obviamente, animosamente. No me sirven tiraditas semestrales. A ver, para dar pequeñas alegrías a las carteras, pues va a ser que sí, pero el problema es más profundo. No radica en nuestro círculo, lo invade por derecho propio. ¿Hasta cuándo?
Aquello no eran casas de empeños, aunque también las hubo. Me dirán que no se puede establecer una comparación justa. Les diré que cualquier comparación es odiosa, como odioso es que algo tan cruel se repita... en plena democracia, en pleno siglo XXI. ¿Qué será lo siguiente? Por ahora no se me puede pedir mucho optimismo.
Para que te hagas una idea de mi ladrillo, voy más o menos contestando por la mitad del tuyo. ¡A ver quién tiene la culpa ahora! jajaaaa
Un abrazo, te salva que ha llegado la hora de la cena, majete, jajaaaaa
¡Sed felices!
Si un amigo es de verdad, su amistad perdura en el tiempo y con la distancia.